87. Corrección al cuento: no era una lámpara
La cenicienta del mundo real es una chica de origen humilde. Trabaja sirviendo en casa de una familia acomodada. Un día, el matrimonio y sus dos hijas salen hacia la capital para asistir a un cóctel, mientras ella recibe el encargo de vaciar el desván. Allí arriba una espesa capa de polvo cubre los incontables objetos que le aguardan. Está agrupándolos para sacarlos, cuando uno le llama la atención. ¿Qué es aquel aparato? ¡Una radio antigua!
Con sumo cuidado empieza a limpiarla. Inesperadamente se enciende la luz del arco del dial y se escuchan zumbidos por el altavoz. Entrecortada por interferencias, como viniendo de muy lejos, se oye una voz:
-Gracias por rescatarme del olvido. Como premio te concederé tres deseos.
La muchacha duda un instante, pero piensa que nada pierde si contesta.
-Me gustaría poder volar -dice, por probar.
En un rincón un destello de luz ilumina un curioso paraguas mientras en la radio suena «Supercalifragilisticoespialidoso».
-También ser más alta.
Al momento ve relucir un frasco con una etiqueta “Bébeme” y escucha «Feliz, feliz no cumpleaños…».
-Y un buen chico para mí.
La radio esparce las notas de «Bésame, bésame mucho…» y oye un sonido a sus pies: croac.
Felicidades, me ha encantado tu propuesta.
Suerte.
Gracias Yolanda.
Me gusta que te guste.
Un abrazo.
Curioso e imaginativo.
Suerte
LuisCar
Ciertamente me ha quedado una historia un poco distinta, no sale la radio como emisora «estándard», sino «la radio maravillosa», que puede comunicarnos indicaciones con canciones.
Gracias por leer y comentar.
Molt maco, Mari. La verdad es que es una gozada de humor, diversión e imaginancia. Un petó i molta sort.
Gracias Antonia. Qué bien que te guste!
Algo de imaginación sí le eché… 😉
Un altre petó.
Un relato lleno de magia. La magia de la radio.
Enhorabuena. Mucha suerte
La radio tiene magia, los cuentos infantiles tienen magia, y podemos unirlos a todos en una historia con tanta magia como queramos darle.
Bonito comentario me dejas, tú que llenas los relatos de sentimientos.
Gracias. Un beso.
La radio tiene la capacidad de hacer parecer posibles los sueños y fantasías, aunque parezca un cuento. Un relato divertido e imaginativo.
Un saludo y suerte
Pues anda que si nuestra cenicienta moderna sale del desván volando, un palmo más alta y con su nueva pareja cogida también del paraguas?
Y es que si te lo cuento esta noche, o cualquier otra, aquí todo es posible 🙂
Gracias Ángel, un abrazo.
Muy bueno. Me gusta leer estos relatos diferentes.
Felicidades.
Me alegra que te guste, y que lo encuentres diferente.
Gracias María, por dejar tu comentario.
Un abrazo.
Qué buena mezcla de cuentos te ha salido a través de las ondas en esa radio particular.
Me ha encantado.
¡Suerte!
Ay, esa radio tan particular, quien la pillara!
Y porque eran 3 deseos sólo, que si son más, ahí me tienes buscando cuentos, objetos y canciones 😉
Gracias Esperanza.
Es tan fantástico tu relato qué parece real. Lo has hecho muy verosímil, y fluido.
Mucha suerte.
Gracias M.Jesús. Diría que en ese desván ocurrió todo más o menos como lo cuento, aunque el resultado de los deseos no cabe aquí, por aquello de las 200 palabras (que están clavadas).
Celebro que te guste la forma de contarlo, y agradezco lectura y comentario.
Un beso.
Muchas gracias Juan, por tu entusiasta comentario 🙂
Parece que la magia de los cuentos te atrapa y te hace dejar un comentario así de generoso. Celebro que de guste tanto!
Un beso (para esa ranita tan brillante).
Mágica propuesta la que nos presentas. Diferente, pero además rebosante de fantasía.
Me gustó Carme. Te deseo suerte.
Ton.
Magia y fantasía, una combinación que nos deja esta historia de «la radio mágica». Encantada de que te guste. Gracias por comentarlo!
Un abrazo.
M.Carme, bonita y original historia llena de magia y sonrisas. Suerte y saludos
Calamanda, me alegro de que la encuentres bonita y original.
La magia de los cuentos tiene siempre el poder de ponernos una sonrisa.
Gracias por leer y comentar.
Saludos.
Espero que Aladino no se enfade, pero va a tener que buscarse otro cuento si quiere estar en la onda.
Original y divertido.
Saludos, M.Carme, y suerte.
Aladino, tras ver que la lámpara no contiene el genio, está escuchando las historias que se cuentan por el mundo para saber dónde puede estar. Igual acaba llamando a la puerta de esa casa, y nuestra cenicienta se ahorra el beso a la rana! 😉
Gracias Margarita por comentar. Un abrazo.
Lo que puede dar un desván Dr sí. Abrazos y suerte
Uy, un desván puede contener un montón de historias!
Eso sí, se les ha de quitar el polvo para que reluzcan.
Gracias Manuel, un abrazo.
Cuento, fantasía y magia en tu relato.
Me gusta tu apuesta para el tema, diferente y con un toque divertido al final. Y es que las Cenicientas solo existen en las historias de los niños y sus perdices en finales de sonrisa.
Un beso M Carme.
Celebro que te guste, M.Belén. Quería mezclar la magia de la radio con la magia de los cuentos. Y es que las canciones también nos pueden transportar y dar mensajes.
Otro beso de vuelta.
Un cuento lleno de cuentos, con humor, magia y diversión, me has hecho sonreír. Suerte!!!
Encantada de hacerte sonreir Puri!
Esa era la idea, buscar la complicidad con los cuentos que todos conocemos.
Gracias por comentar.
¡Anda que no te lo habrás pasado bien escribiendo este relato, Carme! Yo me lo he pasado pipa leyéndolo.
Besos.
Gracias Carles, me gusta que te guste 🙂
Un petó.
Hola M. Carme Marí, te he leído en 50 palabras y es un gusto encontrarte aquí.
Tu cuento es una maravilla, mágico por donde se mire, de esos que dejan sonrisa de hadas. Me ha encantado.
Felicitaciones y mucha suerte.
Hola Jean. Nos vamos leyendo por aquí, por 50 palabras, por el Twitter, …
y así nos vamos conociendo todos, y nos alegramos cuando nos encontramos en otras propuestas o vemos que los amigos se llevan premios. ¡Es todo un mundo el de la microescritura! 🙂
Sobre el cuento, me alegro de que te guste y te ponga una buena sonrisa.
Gracias! y un abrazo.
Me lo he pasado pipa leyendo este precioso e imaginativo relato.
Enhorabuena, y suerte.
Un abrazo.
Encantada de que te haya divertido, Rosy.
Y muchas gracias por comentar.
Otro abrazo de vuelta.
Un relato estupendo que parte de una idea estupenda que nos dejas en paralelo a esa lámpara maravillosa… no hay mejor manera de describir la magia de la radio que un relato casi mágico. Mucha suerte 🙂
Aunque con algo de retraso, agradezco el comentario Juan Antonio.
Me gusta que te parezca estupendo 🙂
Acabo de leerlo, M. Carme, y me ha parecido una genialidad. Me ha encantado ese genio convertido en radio y la mezcla de cuentos que has sacado de tu pluma para enlazar la historia y culminarla con ese final espectacular.
Me ha encantado.
Un beso.
Celebro que te guste Pablo, los cuentos nos pueden llevar de la mano de la imaginación hasta la magia de la sonrisa.
También es mágico tu relato, que acabo de ver que olvidé comentar… (comments off… 😉
Otro beso.
MCarme.