33. Cosas veredes… (Fuera de concurso)
“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor”. Los nietos se quedaron embobados mirando al abuelo, que sostenía un viejo y abultado libro.
—¿Y qué es un hidalgo? —preguntó el más inquieto.
—¿Y “un” adarga? —hizo lo mismo su hermano.
El abuelo sonrió y se disponía a coger el gran diccionario enciclopédico, volumen ilustrado, cuando la mayor de los mocosos afirmo con voz segura:
—En el Quijote, el término «hidalgo» se refiere a un miembro de la baja nobleza española.
Se giró sorprendido el anciano y comprobó que la niña empuñaba un teléfono con pantalla; ella contestó “es la IA” anticipándose a la pregunta. El abuelo balbuceó, y cuando iba a afirmar que no podían fiarse de esos cacharros la nieta continuó leyendo “una adarga es un tipo de escudo utilizado…”.
—¡Tonterías!¡Todo eso lo puedes buscar en un libro! —gritó el viejo llamando la atención de su hasta ahora distraída hija, que no tardó en calmarle:
—Mire vuestra merced que aquello no son gigantes, sino móviles modernos…
Cuesta abandonar lo que funciona, con la justificación de que no hay necesidad para ello, y sí de abrazar la incertidumbre se resultado incierto. En ese equilibrio entre el inmovilismo del abuelo y la innovación de la muchacha creo que nos hallamos la mayor parte.
Un abrazo Marca, ¡campeón!
¡Pero qué bien llevado! Desde el título hasta el final.