23. Crear es resistir (M. B. Cotero)
Después de varios meses en el hospital, regresó a casa sin fuerzas, como un muñeco de trapo. Su cara descarnada y los ojos hundidos eran una muestra del espanto vivido.
Ojalá hubiera sufrido la misma suerte que mis compañeros. Su recuerdo me causa dolor tan fiero que muero porque no muero. Mientras tiene estos lúgubres pensamientos las lágrimas corren por sus mejillas al tiempo que se muerde con rabia el labio inferior. Por eso le gusta estar frente a la ventana, de espaldas a su mujer y a su pequeño hijo de tres años.
Sin esperanza alguna, se siente muerto en vida.
Solo un milagro puede liberar al genio de las prisiones del alma. Este ocurrió cuando vio el dibujo que le había hecho su hijo. Le recordó al que él hizo a su madre con su misma edad. Ella pensó que era obra de su padre.
Tras respirar profundamente, pidió que le trajeran el caballete y le colocaran el lápiz en la boca. Apretándolo con fuerza escribió:
«JE SUIS CHARLIE»
Desde entonces lleva el lápiz colgado al cuello
Un hombre con importantes secuelas que le han marcado para siempre, que se siente «muerto en vida», que haya en el lápiz el símbolo que necesita para recoger la toalla que había tirado tras el mazazo, que precisa de ese lápiz que le ha acompañado siempre para que su espíritu renazca.
«Crear es resistir», que gran lema
Suerte y un saludo, María
Impactante, me gusta mucho!
Bonito homenaje a la libertad de expresión, María. Me quedo con la imagen del lápiz en el cuello.
Maria, bellas descripciones para contar una experiencia tan traumatica. Suerte y saludos
Cuentas una historia muy dura con el contrapeso del coraje. Hay que luchar, siempre, aunque a veces parezca que nos faltan las fuerzas. Me ha gustado mucho la imagen de ese lápiz al cuello y de lo que simboliza. Mucha suerte 🙂
María, precioso relato y reconfortante ese final, homenaje a la libertad de expresión y al coraje sin límites. Abrazos y mucha suerte.
Bello homenaje a las víctimas y como defensa de la libertad de expresión. Pero como dicen los compañeros y la canción siempre hay que decir «Resistiré «.
A mi también me ha gustado mucho la imagen del lápiz colgado al cuello. El lápiz es la mejor terapia, el mejor sortilegio. Y en tu relato el mejor final para una historia tan dura: Si, resistiré … Muy bien , María . Desde el título hasta ese magnifico final.
Un beso y mucha suerte.
Comprometido homenaje. Abrazos y suerte María