78. Cuerpo a cuerpo
En un rincón del baño, intenta gritar. No consigue que el aire mueva las cuerdas vocales. La mano izquierda tapando su propia boca tampoco ayuda. La derecha señala otro rincón donde los ojos entornados miran deseando no ver. Un temblor recorre todo su cuerpo, desde el gorro de ducha hasta unos pies de puntillas que intentan levitar. Dentro de la toalla, se siente frágil. Dentro de la toalla, se siente morir.
A ras de suelo, en el otro rincón, unas antenas oscuras examinan el espacio. Perciben ligeros movimientos de algo gigantesco que no recuerda de su visita anterior. Sus ojos compuestos se humedecen con el vapor. Se acerca. Corre sobre sus seis patas. Quiere saber si es objeto o depredador. Cuando lo gigantesco vibra con más velocidad y lanza pequeños ultrasonidos lastimeros, gira hacia la base del lavabo. Allí hay un agujero protector.
Entre grititos vuela el papel higiénico; vuela la esponja vegetal. La piedra pómez rebota en el suelo. Los pies regresan a la bañera. El gel de ducha, el acondicionador y el champú surcan el aire, sin precisión, mientras la cucaracha, convencida antropofóbica, decide resguardarse hasta el comienzo del segundo asalto.