88. Cuestión de horóscopo
No soy Cáncer, soy Leo. Mi madre se puso de parto un 22 de julio, pero vine al mundo pasadas las doce. Dicen que se me nota en el carácter, me gusta ser centro de miradas y protagonista de eventos. Tal vez por eso me tengan envidia…
Mi madre me acaricia la mano y aleja una lágrima de su mejilla. Cree que no la he visto. Yo, cuando estoy a solas, también lloro. Pero tampoco lo reconozco.
Porque soy Leo, no Cáncer. Y los Leo tenemos algo de superhéroes: siempre vencemos a los Cáncer.
Un protagonista marcado por los astros. No es lo mismo nacer un minuto antes que después. A partir de un juego de doble sentido con las palabras, en apariencia sencillo, compones un relato épico, lleno de fuerza, humanidad y ganas de vivir, con personajes de carne y hueso que sufren y tienen inevitables bajones en los que las lágrimas afloran, pero su carácter súper, esa actitud vital, importante para todo, les hace no amilanarse y pensar en la victoria final contra un enemigo persistente y temible. Todo ello entretejido en una escritura breve, tan sencilla como efectiva.
Un abrazo fuerte, Fernando. Suerte,
Madre mía, Ángel… Muchísimas gracias, me has emocionado.
Un abrazo.
Fernando, si parece a primera vista mas ingenuo de lo que se percibe si reflexionas su lectura. Suerte y saludos
Muchas gracias, Calamanda, por tu apreciación. Ese es uno de los efectos que quería darle al microrrelato.
Un abrazo.