CUNCA 2024 R1 E14
Mª SERGIA MARTÍN
ENRIQUE MOCHÓN
Los dos participantes señalados arriba tendrán que publicar en el espacio reservado a los comentarios de esta entrada del blog, un relato INÉDITO de un máximo de 105 palabras (sin contar el título) antes de las 20 horas (hora peninsular) del JUEVES 7 DE NOVIEMBRE cumpliendo las 2 condiciones que se señalan abajo.
CONDICIÓN 1:FOTOGRAFÍA DE ARZÚA
Esta fotografía corresponde a un poste de señalización a la entrada de Arzúa junto al Camino francés.
No os pedimos que este lugar forme parte del relato (o sí, si lo consideráis interesante), y el tema será libre en esta ocasión, pero queremos que utilicéis la imagen o cualquiera de sus elementos como inspiración para vuestro relato.
CONDICIÓN 2: EL TITULO con «A………A»
Como ocurre en el topónimo ArzúA, el relato deberá tener un título cuya primera y última letras sean la A (indistintamente del número de palabras que tenga) .
Consultadnos cualquier duda que os pueda surgir.
Y RECORDAAAAD
Revisad bien el texto antes de publicarlo porque,
una vez hecho,
NO habrá posibilidad de corregir ni reeditar.
Tras la publicación de los dos relatos participantes abriremos el enlace a un formulario para la Votación Popular (solo se admiten participantes de la CUNCA) que permanecerá abierto hasta el viernes 8 DE NOVIEMBRE a las 20 horas.
El resultado de este encuentro se hará público en una entrada general de la sección ENoTiCias.
ARRANCADA DE LA TETA
Junto a la encrucijada, hay un paraje olvidado que no aparece en ningún mapa. Dice mi madre que está podrido de locura y maldad y que atrapa con sus telarañas al que se acerque. Dice que allí viven seres deformes, rameras que abandonaron a sus hijos, brujas comeniños y viudas que vomitan trapo.
Pero miente…
Hoy he visto ancianas jugando a las muñecas, novias que encontraron sus vestidos, madres huérfanas meciendo carricoches vacíos, bolsas de tiempo y mendigos que recuerdan sus nombres. Me han abrazado con la desgarra del que recupera. Dicen que hacía mucho tiempo que mi madre, mi verdadera madre, me esperaba.
ALMA EN PENA
«¿Has pensado en viajar?», me dice hoy, después de haberme estado aconsejando varios días que vaya al sicólogo y, antes de eso, que intente socializar un poco. Y yo le respondo que no, que ahora tengo cosas que hacer, pero que quizá más adelante lo haga. «No hace falta que te vayas a Australia, ni mucho menos —insiste—; se trata de escapar de esto, aunque sea unos días». A estas alturas, como siempre que me sale al encuentro, ya ha agarrado mi mano, mientras con la otra me acaricia la mejilla, mirándome compasiva, como si hubiese olvidado otra vez que fui yo quien decidió cortar.