CUNCA 2024 R2 E4
NATALIA TORIBIO
Los participantes aquí señalados tendrán que publicar en el espacio reservado a los comentarios de esta entrada del blog, un relato INÉDITO de un máximo de 105 palabras (título no incluido) antes de las 20 HORAS (hora local española) del JUEVES 14 DE NOVIEMBRE cumpliendo las siguientes condiciones.
CONDICIÓN 1
El relato tiene que inspirarse en la idea «PERDIDOS EN EL CAMINO», pudiéndose interpretar de cualquier modo, pero que sea evidente en el relato.
CONDICIÓN 2
El relato tiene que incluir 3 PALABRAS extraídas de esta «sopa de letras» teniendo en cuenta que…
…las palabras elegidas deben tener tres letras como mínimo.
…cualquiera de estas tres palabras puede aparecer en el relato o en el título.
…las tres palabras no pueden tener un origen común o ser derivadas (si se usa “MANOS” no se podrá usar “MANO” )
…las tres palabras aparecerán en el relato en mayúsculas para su mejor identificación (por ejemplo, si la palabra fuera “MANO” aparecerá del siguiente modo: “… agarraba con fuerza el lápiz en la MANO derecha…”
No cumplir estas condiciones supone la descalificación.
Una vez publicado no habrá posibilidad de corregir ni reeditar.
Tras la publicación de los tres relatos se activará en esta misma entrada el enlace a un formulario para la Votación Popular que permanecerá abierto hasta el VIERNES 15 DE NOVIEMBRE a las 20 horas. Solo se admitirán los votos de los participantes en esta Cunca.
El resultado de este encuentro se hará público en una entrada general de la sección ENoTiCias.
Asuntos del corazón
Mientras se ponía una tirita en la ampolla, se preguntaba qué es el amor. Añoraba su cuerpo OCIOSO de los domingos, cuando tomaba café y porras fuera de casa, leía el periódico, y paseaba entre escaparates, lentamente. Él, en cambio, se empeñaba en conquistar la cima de algún monte AISLADO, y le bastaban los ÁRBOLES y unas avellanas para sentirse pleno y lleno de energía. Una energía que ella perdía por el camino, comenzando los lunes abatida y con agujetas, y llena de dudas, incapaz de discernir si madrugar en fin de semana y hacer caca entre un montón de hojas secas, era verdadero amor.
Con fabulación
Cada mañana nos calzamos las BOTAS de caminar para nuestro paseo por el campo con el abuelo Cosme. Mamá nos sigue desde lejos, sin dejarse ver, mientras el abuelo nos va contando sus historias sobre el bosque. Son siempre las mismas, pero no se lo decimos porque nos encantan, por más que nos las sepamos de memoria. Mamá aguarda a que se acerque a un ÁRBOL para interpretar el musgo intentando orientarse: «El norte es por ALLÍ, luego nuestra casa, nuestra casa…». Entonces se acerca, lo toma del brazo, «Acompáñeme, padre», y nos da, a escondidas, un beso y una chuche a cada uno.