DL15. POR QUIÉN DOBLAN LAS CAMPANAS
Alfonso juro a su mujer, por teléfono, que la resaca de la noche anterior había desaparecido. Mentía; no se encontraba lúcido. Esa mañana su enmudecida empresa recibía un balón de oxígeno gracias al eco y altavoz del marketing. Con el simbólico Toque de Campana, el Parquet de contratación iba a conmemorar el cincuenta aniversario de las primeras cotizaciones de su compañía en Bolsa. Debido a la desaparición de su padre, él sería protagonista del acto de Apertura de Honor de mayor tradición, y popularidad del mercado bursátil.
El balneario donde se hospeda, de parecida fachada y semejante estructura a la del Palacio de La Bolsa, solo queda a escasos metros de este. Bloqueado por la celebración de la noche anterior, madrugó. Necesitaba despejarse antes de acudir. Cerró los ojos en la sauna panorámica; ahí quiso disfrutar del paraíso, del vapor de sus baños y de los del coñac. En la piscina climatizada tomó vapores de hierbas a cuarenta grados.
Ese amanecer, matizado de niebla, y su estado; le dificultaron la orientación. Permitieron que saliera a la calle, y atravesara puerta y pasillos en paños menores del Palacio donde lo esperaban impacientes… Contuvo una explicación, y la toalla que caía.
Parece que las campanas que escuchaba no eran las adecuadas
Resacón y tontunez de la mano. Hay que aprender a atarse bien esas toallas.
Muy divertido y bien ambientado. Me gustó como mezclas vapores, hierbas, alcohol, ese juego tan sutil.El final genial. Felicidades y abrazo.