77. De camino a Mogán
Cierto es que la brillante luna, cual hada, permanece ahí pendiendo de ese gigante piélago de miles y miles de luceros…, Deben pasar horas para que nazca un bello amanecer; luego entonces pareciera que ese hada y esos luceros quisieran dormir plácidamente.
Acicalando redes; porteando objetos aquí y allá, las señoras lucen ambarinas caminando entre adoquines al lado del mar. Resoplan algunas y baten sus mandiles igual que las alas de las mariposas; sin embargo, sucede que otras señoras se muestran atrevidas y vanidosas…,
Ora tiendas de bellos objetos se exponen detrás de los escaparates, ora el sol con su trazo ocre atraviesa el cristal, cual magnánimo rey, y aborda cálido todo su interior. Entre idas y venidas se cruzan miles de pasos. Una señora protege su rostro que igual que la porcelana, adquiere una luz y un velo transparente, sutil,
Aquellas otras van descalzas con las sonrisas permanentes; con perlas adornando sus cuellos, perlas, perlas, que laboriosamente pulen, pulen al lado de aquella playa con su arena negra…,
¿Se cruzan miradas? No. Cada cual en su hilera de adoquines, cada cual haciendo esto o aquello…,
Un bellísimo poema a esas mujeres de las playas de arena negra de Mogán, que hacen esto o aquello…
Excelente tocaya.
Imagino la playa de güi güi, en los tiempos de los guanches, cuando todavía los castellanos al mando de Betancourt no habían arribado a las islas.
Bonito.
Un beso María
Ana, María, Epífisis: Muchas gracias por sus agradables comentarios.
Le dejo un fuerte abrazo.
PD. Epifisis, tienes razón en cuanto a la playa de güigüi, el camino es algo dificultoso para llegar, pero merece la pena.
Los guanches, esos hombre y mujeres libres, porque nada como ser libre.
Muy poético y lleno de sutileza tu relato. Felicidades y suerte.
Gracias Miguel…
Saludos cordiales.
Mogán, pueblo de pescadores y de mujeres curtidas por el salitre…
Cierto, José.
Saludos.
María, precioso y poético retrato de los quehaceres de las mujeres de la playa. Abrazos y suerte.
Me alegro que te haya gustado, Salvador.
Abrazos para ti también.
Aires con aliento insular y propio, escenas de trabajo y actividad con trazos cortos logradas descripciones que dan al relato el ritmo de un documental detallado. Imagino a los ciudadanos de Mogán leyendo tu relato con el orgullo que destila lo particular y cercano en un merecido y sincero homenaje.
Suerte y un saludo.
Algo así quería lograr, Ángel.
Saludos cordiales y gracias.
María, nos muestras habilmente escenas cotidianas con tintes de leyenda. Suerte y saludos
En efecto, calamanda
Gracias y saludos cordiales.
Hechizo es el que me envuelve cada vez que te leo.. qué bello escribes,
Gracias por tus palabras, Juan.
Abrazos siempre,
Relato costumbrista redondo y bien tirado. Nada fácil, pero tú lo has logrado. Mucha suerte 🙂
Gracias Juan Antonio…
Saludos cordiales
Mujeres trabajadoras y duras, pero a la vez bellas y delicadas. Me gusta la imagen de esa luna colgada del cielo. Muy bello relato.
suerte y abrazos
Muy amable Anna..
Abrazos
Muchas gracias Lorenzo..
Saludos.
Bonito conocer de modo tan poético escenas cotidianas de las otras islas. Saludos.
Sólo falta que los Sabandeños le pongan música a tu precioso relato.
Besos,mi niña.