68. De España para los españoles
Volvía exhausta del campo pero caminaba deprisa. Quería llegar a tiempo. Dejó la azada en el sobrado. En la cocina recalentó el café en el puchero. Se sentó en el escaño al calor de la lumbre y encendió el transistor. El programa acababa de empezar. Escuchó con añoranza las canciones y los mensajes con los ojos acuosos. Levantada desde las cinco de la mañana luchaba contra el sopor. Cabeceaba y contrariada volvía en sí con cada nueva canción. Pero el cansancio podía con ella. Cerró los ojos y, cuando la criatura en su vientre dejó de patalear, se abandonó a un sueño profundo. En la radio se sucedían las dedicatorias, los mensajes tiernos, alegres, tristes; las promesas. Hacia el final de la emisión la presentadora leyó la frase que le estaba dedicada. Que la quería, que sentía morriña pero que este año el dinero no le alcanzaba y que no iba a poder ir por las Navidades. Cuando se despertó, la locutora se despedía, sonaba la sintonía del final. Le dio rabia habérselo perdido. Lloró. Después se incorporó y pensó que no era grave porque por Nochebuena él tenía previsto volver al pueblo.
¡Ostras, Mei, que mal rollo me ha dado! Y lo has conseguido por hacerlo muy bien.
Enhorabuena y besos.
Siento que te haya generado malestar. Fue una época dura la de los emigrantes. Quién iba a decir que volveríamos a las andadas. Todos los jóvenes que ahora dejan el país…
Un abrazo, Javier
Triste MEI. Demasiado triste. Y es que con tus letras nos metes en el pellejo de esa pobre mujer.
Mucha suerte,
TON
Sí, algo triste sí que es.
Saludos, Ton
Mei, cuanta fluidez hay en tu cuento, y esperanza. Suerte y saludos
Calamanda, gracias por tus palabras.
Un bello y triste relato, Mei. No hace tanto tiempo así vivieron muchas familias obligadas a separarse. Hoy son jóvenes más preparados que emigran, pero entonces era la miseria que empujaba a irse.
Un saludo.
Miseria pero también esperanza. El deseo de una vida mejor. Pero eso produjo mucho desgarro.
Abrazos, Gilette
Embarazada, trabajo duro en el campo antes de que amanezca; una separación necesaria y traumática; aferrarse a la esperanza de que quien nunca debiera haberse ido vuelva por Nochebuena, algo que no ocurrirá. Vidas llevadas al límite del sacrificio para subsistir. Es ficción, pero fue realidad en un pasado reciente. La radio como hilo de esperanza, aunque en este caso también de desilusión. Sobrecoge.
Suerte y un saludo
Has conseguido traspasar al lector las penurias, el sueño y hasta el peso de la barriga. El final, tan bueno como frustrante.
¡Ay, qué punzadita en el corazón! Un relato maravilloso, Mei. Con muchas posibilidades de libro súbito, me ha encantado. Besos y suerte.
Buena apuesta Mei me encanta como va cayendo en el sopor en su embarazo, la paz del día duro, triste pero ella es fuerte muy fuerte. Sbrazos y suerte
Precioso relato nos has regalado. Con que naturalidad cuentas ese trabajo diario, esa esperanza en su vuelta, ese vientre juguetón y ese sueño que le vence para que no pueda escuchar el mensaje que seguro que le haría dejar de luchar.
Besos y suerte Mei.
Es muy triste y bello a la vez. Ese mensaje que la radio transmite cuando ella no escucha, le hace mantener una esperanza vana por un tiempo. Es una pena que sepamos (los lectores sabemos más que la protagonista y eso me gusta mucho) que esa expectativa no se cumplirá.
Enhorabuena!!
Se lee del tirón, con los ojos bien abiertos para no perder ni un solo detalle y con la boca cerrada para no dejar escapar el buen sabor de boca que deja una historia bien contada.
Saludos, Mei, y suerte.
Una fatalidad muy bien contada. Lo has ido deshilachando todo muy bien para llegar a ese final, que te recuerda eso de que «a perro flaco, todo se le vuelven pulgas». Mucha suerte 🙂
Dura tu historia, como fueron aquellos tiempos que por desgracia están volviendo a repetirse. Gracias a que hoy hay whatsapp y al menos, las ausencias se pueden anunciar. Felicidades es muy buen relato. Suerte.
Besicos muchos.
Muchas gracias a Ángel, Edita, Belén, Manuel, María Belén, Patricia, Margarita, Juan Antonio y Nani por sus maravillosos comentarios.
Saludos para todos
¡Oh, vaya!
No me cabe duda de que la chica saldrá airosa de su situación, pues ya se ve que está hecha de buenos mimbres.
Felicidades, Mei.
Creo que es un relato al que no le falta ni le sobra una palabra. Nos metes muy bien en la situación, retratas perfectamente al personaje y la frase final es un dardo que va al centro de la diana. El título también muy adecuado. Enhorabuena. Besos y suerte.
Un buen relato envuelto en un halo de tristeza, mas también de ilusión.
Felicidades y buen tiempo.