42. De Nanas, Pérdidas y Lamentos
Ni de Día ni de Noche.
Ni Despierta ni Soñando.
Ni en el Limbo ni en el Cielo.
Deja la Puerta entreabierta,
Que entren los Buenos Sueños y se marchen tus Miedos.
Mandó grabar la nana que su esposa cantaba todas las noches al acostarla siendo niña. Para que todos la leyeran cuando fueran a visitarla en su tumba. Aunque ya no les pudiera contestar. Ni oler las flores que le llevaran.
Así quiso recordar a su hija que se le fue repentinamente. A la que no prestó ni la atención ni el cariño que ella necesitaba.
Todas las mañanas se levantaba con dolor de alma. Por las dos. A las que quiso mucho. A su manera. Pero no era la manera que ellas merecieron.
Su esposa también se había ido pronto. Cansada de tan solo existir, sin disfrutar de las alegrías de la vida. Siempre rodeada de penas, dolores y recriminaciones.
Su hija quedó a su lado. Sin pedir nada a cambio, escondiendo las amargas lágrimas que su mala actitud provocaba.
A las dos las perdió sin darles lo que de verdad merecían.
‘Fui un grandísimo egoísta…’
Ese lamento será su única compañía por el resto de sus días.
Esperanza, brutal historia. ‘Fui un grandísimo egoísta…’tampoco le queda mál a este individuo el dia que llegue su hora. Suerte y saludos
A buenas horas mangas verdes, se suele decir. Cuando me pongo trágica me pongo de verdad.
Gracias Calamanda.
Saludos.
Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena, pero a veces sí. A todos nos ha pasado alguna vez que damos por hecho que lo que tenemos siempre va a estar ahí, por eso no lo valoramos en su adecuada dimensión, ni lo regamos con el mimo que precisa, de ahí que se seque y ya nada pueda hacerse. Está bien guardar el recuerdo de los que se fueron, pero cuando personas, alegrías e ilusiones están vivas, hay que darles vida para que no se marchiten.
Saludos, Esperanza
Hay veces en que sí que se llega tarde. Y lo peor, como dices, es dar por hecho determinadas situaciones y comportamientos.
Totalmente de acuerdo en tu análisis. Más que acertado. Esa era la idea.
Gracias Ángel.
Saludos.
De nada vale llorar la pérdida cuando no se supo valorar en su momento.
Aleccionador, muy bueno.
Un abrazo y suerte.
Cierto Moli. Hay que abrir los ojos y el corazón en el momento. No después.
Un abrazo.
Preciosa historia aunque dura y muy triste.
La nana una preciosidad y un estupendo epitafio.
Un saludo
Encantada de que te haya gustado la historia. En realidad la nana no lo era. De esas cosas que escribes y guardas ‘por si acaso’…
Gracias Blanca. Saludos.
Nunca es tarde, si la dicha es buena. En este caso me da que llegó demasiado tarde.
Gracias por lo de la nana. Lo de ‘sonar bien al oído’ nunca me lo habían dicho. Gracias dobles.
Besos Ana.
«Querer a su manera…» nunca entendí esa manera de querer, se quiere y se lucha o se abandona, sin más. Esta frase encierra el significado de tu estupendo relato, su egoísmo arrepentido, su soledad merecida, la perdida de sus amores por tratarlos de esa insulsa manera.
Me gusta la historia, la cancioncilla del inicio y todo lo que tan bien nos has sabido transmitir.
Un beso Esperanza, suerte guapa.
Hay maneras y maneras… Y algunas veces en vez de quererte parecen demostrarte todo lo contrario.
Si lo he sabido plasmar ya es un premio.
Gracias Maria Belén. Besos.
Una historia dura en la que no te has ido con rodeos. Radiografía perfecta de una situación y sobre todo, de las consecuencias y el precio que se paga cuando ya no hay marcha atrás. Me has dejado el corazón apretado, apretado. Mucha suerte 🙂
Cuando me pongo trágica voy directa al grano.
La verdad es que este mes entre tumbas, epitafios y tragedias varias no va a haber demasiado espacio para algo más ligerito. En el jurado vamos a tener sobredosis de penas.
Gracias Juan Antonio.
O quieres o no quieres, y eso se demuestra cada día en gestos pequeños y grandes. Cuando «a su manera» solo implica carencia, es que el amor no existe. Una historia que, personalmente, me inspira más animadversión hacia el protagonista que tristeza por las que tuvieron la desgracia de compartir vida con él. Besos y suerte
Me gusta eso de los gestos pequeños. Muchos de esos hacen algo muy grande. Pero hay que saber construirlo, día a día.
A veces, o no se sabe o ni siquiera se intenta, por comodidad, egoísmo, o a saber…
Este personaje, la verdad, mucho cariño no se merece.
Muchas Gracias Ana. Besos.
¡Qué tristeza! La madre y la hija sin recibir el cariño y amor esperados.
(Bueno, mientras estaban las dos al menos entre ellas estarían contentas y felices, espero)
Los cambios se han de hacer en cuanto se piensa en ellos («se levantaba con dolor de alma»), quién sabe si se podrán llevar a cabo si se dejan para más adelante.
Saludos!
Carme.
En estos casos los más débiles, o los perjudicados, suelen unirse. Supongo que madre e hija se consolarían juntas de sus penas.
Quizá su idea de cambio para ellas es demasiado tarde, pero puede que se encuentre con ‘otras ellas’. Y ¿quién sabe? Hacerlo bien esta vez.
Gracias Carme.
Saludos.
Uf, me has dejado el corazón en un puño, Esperanza. Buen retrato, pero duro. Si no te importa, me quedo con la nana, preciosa.
Un abrazo
Una de cal y otra de arena. Aunque nunca tuve claro cuál era cual.
Gracias Izaskun. Un abrazo.
Perfecto recordatorio de que las cosas se han de hacer cuando es debido, de nada sirven luego las lamentaciones. Ojalá todos tuviéramos conciencia de ello.
Abrazos
Dicen que España es país de grandes entierros. Muy bonitos homenajes y mucha gente diciendo cosas bonitas cuando el que se fue ya no puede verlo ni escucharlo.
Qué mejor homenaje que disfrutar de la vida con los que te rodean. Qué razón tienes Asunción.
Gracias. Un abrazo.
Esperanza, has dado en la diana, con este relato tan certero, con los errores o las desidias.
Te deseo mucha suerte.
La suerte es haber encontrado esta página llena de tanto talento y recibir comentarios como el tuyo que animan a continuar.
Gracias miles por tus palabras Maria Jesús.