78. DE NUEVO
Elegí el camino equivocado, pensé que todo iría rodado una vez me decidiera, pero no fue así, lo que parecía amor solo era necesidad de compañía; cómo saberlo, quizá si hubiera tenido más experiencias. A los 25 tampoco se es muy maduro, por lo menos yo no lo era.
Volví a errar una segunda vez cuando creí que aguantar solucionaría los problemas, toleré que la relación se degradara basándome en ese prejuicio cultural que dice que a través del sufrimiento se llega a la redención.
Me costó encontrar la salida del laberinto emocional que construí para justificar lo que de antemano había decidido hacer, con el desgaste moral que supuso esta experiencia.
Y ahora que he madurado a base de caer y levantarme, mi psicoanalista me felicita por haberme liberado del superego que me estrangulaba cada noche.
Uf! Después de tanta licencia tendré que buscar alguien a quien engancharme y comenzar de nuevo.
Hola, Cari. Qué bueno verte por aquí y qué bien nos cuentas el modo en que nos agarramos a esos laberintos emocionales de los que a veces, aunque nos hagan daño, no queremos o no podemos salir. Mucha suerte y besos
Graciaaaaaas!
Es un placer compartir estas pequeñas cosas con otros.
Se aprende mucho leyendo relatos tan bien escritos y originales como los vuestros.
Yo estoy empezando en esto de relatar y me encanta!!
Besos
No sé si era tu intención pero la lectura del relato en mi caso ha acabado en carcajada. Y ojo, que todo lo que explica son verdades absolutas. Axiomas, diría yo. Me parece un brillante paso de diapositivas de las entradas y salidas que tienen estas cosas del amar y en qué las convertimos nosotros. Está muy bien escrito y mejor contado. Mucha suerte 🙂
Gracias, Juan Antonio, me alegro de que te guste. Me parece que la vida es así, contradictoria y mas llena de incertidumbres que de certezas, buscaba esa reacción final, para reflejar esa vulnerabilidad que nos hace tan tremendamente humanos.
Es para mi un placer comentarlo contigo.
Hola Ana!
De nuevo lo de siempre, caer y levantarse, o como dice Maruja Torres reinventarse muchas veces. El relato es un reflejo de relaciones circulares donde tenemos oportunidad de elegir y lo hacemos mal, a veces por autoengañarnos, a veces por darnos placeres que se convierten en castigos… pero también en el fondo con esperanza de que las cosas cambien aunque no sepamos muy bien cómo hacerlo.
Muchas gracias por tu ánimo, un placer charlar contigo.
Me gusta cómo has reflejado la encrucijada del amor, en la que muchos nunca encuentran el pasadizo correcto y siguen vagando en pro de la estancia definitiva. Saludos y suerte.
Gracias por tus comentarios, Lorenzo.
Así es en muchos casos, aunque lo importante es no rendirse y seguir insistiendo, acaso no somos buscadores….
¿A qué acaba liándose con el loquero?
Abrazo.
Jajaja! Es una opción; aunque la distancia médico-paciente no debe vulnerarse, en los relatos como en la vida real se superan todas las líneas rojas, jajaja!
Un abrazo para tí también, Aurora!
Una adicción afectiva puede resultar tan peligrosa o más que la adicción a alguna sustancia. A tu protagonista le deseo que se desenganche por fin de esa necesidad constante de compañía, y a tí te deseo suerte este mes. Saludos.
Menudo bucle, pero parece que no lo soluciona el mentalista, pues nada solo queda aceptarse. Abrazos y suerte