4. De película, pero cierto.
Corrían los años noventa. Yo era joven y audaz. Tras un largo viernes de trabajo decidí abandonar Bilbao y pasar el fin de semana en Alicante. A la altura de Gandía renegaba de la idea. Necesitaba dejar de conducir y descansar.
Tenía que haber desconfiado de las parpadeantes luces rojas y azules que anunciaban aquel hotel de carretera a las afueras del pueblo, pero el cansancio pudo con el sentido común. La recepción era cochambrosa; el recepcionista, repulsivo y la habitación la más sucia que jamás se vio. No había posibilidad de tumbarse en esa cama infecta. Por supuesto, el aire acondicionado -¡en pleno julio!- era un lujo asiático para los estándares de semejante establecimiento.
Al menos, tenía terraza. Sin embargo, la terraza era común. Se accedía desde todas las habitaciones de la planta y estaba ocupada por varios huéspedes. Evidentemente, compartíamos el mismo problema. Para mayor desgracia, asomaba sobre un cine de verano con su correspondiente proyección a todo volumen, así que cuando amaneció yo ya estaba llegando a Villajoyosa.
Esa fue la primera vez que vi “Pretty Woman”. Es cierto que no pagué entrada al cine, pero… ¡ay, qué caro me salió!
Yo también paré una vez en uno de esos moteles con las luces de colores hasta que me di cuenta que no era precisamente un bar de gasolinera. Salí pitando.
Supongo que esa experiencia no te ha quitado las ganas de volver a Alicante. Ahora hay AVE y se llega viendo Pretty Woman desde la butaca.
Besos
No se si da tiempo, Jesús, de ver la peli entera, porque en AVE vas volando!!
Abrazo
¡Ay, Aurora!… Con lo cerca que estabas ya de Gran Alacant. No lo has contado, pero sabemos que el recepcionista te recibió con champañ y fresas. Ese episodio nos lo cuentas el próximo mes, «bajo la luna llena».
Un beso.
Si… lo del champán y las fresas… eso es otra historia, efectivamente!! Pero era cava y frambuesas!! Shhhh, no descubras todos mis secretos!!
Abrazo
aurora, cuantos cines de verano se veian desde cualquier sitio; y no te digo nada de cuanto se oian. Nos lo cuentas con humor y claras imagenes. Suerte y saludos
Mira, en el cine de un pueblo a donde solía ir a veranear con mis tíos ¿sabes lo que se oía? Una cascada. Y es que el cine estaba al lado del Llobregat. Era una gozada. Ni spas, ni jacussis. Un buen veraneo en La Pobla de Lillet y cargas pilas para todo el año. Recomendabilísimo.
Abrazo
Desde luego, tal como lo cuentas, con ese creíble realismo cotidiano, da la impresión de que se trata de una vivencia auténtica. Quizá sea también por otros motivos, pero estoy seguro que la protagonista, coincida o no contigo, no olvidará nunca a Richard Gere y esa historia de hadas moderna.
Un saludo y suerte
Pues no creas que Richard Gere es de mis favoritos, no. Soy más de Top Gun!! Y eso que he visto «oficial y caballero» unas once veces!! Ayyyyy, pero que mayor mestoy haciendo!!!!!!
Abrazo
Jajaja, Aurora, qué divertido! Tiene razón Ángel , lo cuentas de tal manera que parece una situación vivida.
Un beso.
Ríe, ríe, mira que gracia le hizo al/la protagonista!! 🙂
Abrazo, Gina, y felicidades por tu selección para el libro.
Aurora, como tu título indica, «de película», escenas repetidas en el cine con finales nada halagüeños. En tu caso, por fortuna, viste a Richard Gere en sus mejores tiempos, pero por contra, una mala experiencia que contar. Abrazos.
Ya te digo, ya que soy más de Val Kilmer, pero si, en Pretty Woman bastante mejor que en American Gigoló, qué no?
Abrazo.
Si es que la realidad supera a la ficción, seguro que te pones a imaginar un hotel y lo ubicas en semejante sitio y no se lo cree nadie.
Divertida anécdota que yo al menos creo que puede ser real.
Abrazos.
Asun.
A lo mejor real, a lo mejor no… Ahhhhh, se siente, una incógnita que no voy a desvelar; soy mala, mala, eh?
Abrazo.
Anécdota (real o no) divertida y bien contada.
Un abrazo
Divertido si no le pasa a uno mismo, claro. Bien contada? ¿Tú crees? Muchas gracias. Lo que más me gusta es que os guste.
Abrazo.
Un soplo de viento en un paisaje para el olvido. Un cuento liviano, ágil,simpático y muy grato. Felicidades.
GRACIAS, Daniel. Esos adjetivos me gustan.
Abrazo.
Fantástica anécdota propia o extraña, real o imaginaria. contada de manera alegre y ágil.
Un beso Aurora
Es que ya bastante triste es la historia como para ponerse trágicos, ¿no crees? Un poquito de alegría siempre viene bien. Gracias.
Abrazo.
Con esas luces de colores azul y rojo me has recordado un viaje de esos eternos. Para quitarnos el aburrimiento nos dio por contar cuántos ‘hoteles’ con esos colores en su fachada veíamos.
Muchas Pretty (pero desgraciadas) Woman habría dentro.
Suerte.
Besos.
Si, es una auténtica pena. En realidad el hotel de mi relato, aunque recuerde, no es uno de esos, más bien uno con mal gusto. Pero te doy la razón en lo que dices.
Abrazo.
Parece mentira como las pequeñas cosas sin importancia al final provocan terremotos en nuestras vidas. Me parece un relato muy bien buscado y además te deja sonrisa. Mucha suerte 🙂
Es verdad, Sr. Soberano, a veces recuerdas unas cosas… Muchas gracias. Abrazo.
Esta tan bien contado que no sabemos si se trata de ficción o realidad, tiene elementos de ambas. Me gusta esa incógnita en que dejas al lector. Buena historia, suerte.
Saludos.
Gracias por tus palabras tan amables, «me gusta», «buena historia». Se me va a ir el ego a la azotea, a este paso!!
Abrazo.
la vida te da sorpresas (dice una canción) la carretera también, solo queda la anécdota…
Me encantó. Un abrazo y mucha suerte.
Y me encanta que te encante!! Gracias, Moli.
Abrazo.
Realismo elevado al cubo y divertido. Muy visual.
Suerte y abrazos.
Jijiji ya veo que te has imaginado al recepcionista. Y como seguro que has visto la peli, eso te ha costado menos. Hay que imaginarse al/la prota intentando hacerse un ovillo en el asiento trasero del coche ¿sería grande o pequeño? Incómodo, seguro.
Abrazo.
Yo me voy con la interpretación de Esperanza, creo además que el protagonista es un hombre, que acabó en un prettys de carretera. Por cierto, Aurora, vuelve a Alicante que tiene buena tierra y mejor gente, y aunque, como dice Juan, en la montaña se está de lujo, algo rural se puede encontrar también por allí.
Muxo alicantino veo yo por aquí reivindicando!! Pero ¿Gandía es Valencia, no? Hala, ahora me saltan al cuello los valencianos!! Tranquis, que hoteles de dudoso gusto y reputación los hay en todos los municipios, aunque en Cantabria hay dos que yo me sé, que se llaman El Sendero del Agua y Molino de Bonaco, que compensan con creces todas las deficiencias de todos los demás. 🙂
Abrazo.
Aurora…
La playa San Juan bien merece algún pequeño sacrificio.
Pero es que te quejas de vicio.
A ver, el recepcionista es repulsivo. ¿Y?…¿Acaso nos lo queríamos ligar?.
La cama llena posiblemente de todo tipo de animalitos (chinches, pulgas…). Mola, más compañía. Y además siempre se puede montar un circo tipo Barlon.
El aire acondicionado es nefasto para las gripes estivales y tal…
La terraza llena de gente…Ahí! Ahí es donde debe comenzar el ligoteo a fuego, y no con el pobre recepcionista.
Y como colofón…Richard Gere en tamaño Gozzilla.
Joeee…¿Qué más quieres, amor?
En fin, que lo de menos es que fuese real o ficticio.
Tú ya lo has hecho real para nosotros, y eso es lo único que importa.
Un besazo.
Si, ja, ja, ja, seguro que Berlanga frecuentaba otros hoteles, un poquito más glamurosos.
Abrazo
El título es un poco peliculero, como el contenido, la historia, la vida misma, muchas veces, es como una peli y laaaaaaaaaaaaarga!!
Abrazo.
Modes, qué razón tienes! Qué ganas de complicarse la existencia! Desde luego, mejor mirarlo todo con mente positiva, se saca más beneficio!!
Ahora, te digo una cosa, ligoteo o no, ¡el asunto también acaba si o si en el carro!, porque con tanta peña en la terraza y si le sumas el público del cine, que en seguida miran p´arriba… espectáculo no habría faltado y tampoco es eso, no? 🙂
Abrazo
De anécdotas como estas , ciertas o no , se han imaginado películas enteras. Ya lo anuncias en el título. No sé si te pasó o no de verdad, pero haces que todo lo que has contado suene creíble, como si de verdad lo hubiese vivido.
Suerte y saludos.
Espero que no me tope jamás con semejante hotel. Al menos viste una película gratis, pero pagando un precio muy alto. Ja,ja,ja, me gusta esta contratación en tu micro. Un abrazo, Sotirios.(Me prometiste una vez que si publicaría algo sería de las primeras a leerlo. Mí relato Valentina fue publicado en un libro que se llama Antología I concurso de terror. Como es la segunda vez que me publican espero que cumpas con tu promesa te espero en mi blof para que lo leas. Sotiriosmoutsanas.blogspot.com)
:):):)
Ojalá se valore el humor, sano de verdad. Pretty woman no me gusta pero al menos te sirvió para este pedazo de micro y eso ya es algo.
Vaya situación, je,ej,je. ¡Y es que a veces, es mejor dormir en el coche! ¿de verdad no te ha pasado? 😀 Suerte y beso.