19. De sabios es dudar (Francisco Javier Igarreta)
Cuentan de un sabio que un día
salió a recoger sus hierbas
y buscando las más tiernas
vio que algo refulgía
allá al fondo de la senda.
¿Será oro?, entre sí decía,
¿tal vez un guiño de sol?
Aunque tarde, comprendió
cuando vio que su colega,
obviando presto las hierbas
sacaba un broche de perlas
de la duda que él meció.


De sabios es dudar, pero más aún adaptarse a cada situación, con esa inteligencia emocional que se llama ahora, y actuar con celeridad y sin dudarlo cuando la ocasión lo requiere.
Partiendo del conocido fragmento de «La vida es sueño», también en homenaje a él, has creado una nueva historia con diferente moraleja y, lo más difícil, con el estilo del original.
Un abrazo y suerte, Javier
Pues sí, porque si la duda no es mínimamente razonable se convierte en un hándicap. Muchas por tu comentario Ángel. Un abrazo
Esa duda inherente al sabio hizo que perdiera la pulsera cosa, que, por otra parte, es muy posible que no necesitara para ser feliz. Así que olé por la duda. Mucha suerte con el relato.
Tal vez no le hiciera falta, pero siempre le quedará la duda. Muchas gracias por tu comentario. Saludos.
Mecachis, ha dudado demasiado tiempo.
Un aplauso por tu versión del poema de Calderón de la Barca.
Un abrazo y suerte.
Tienes razón Rosalía, qué importante es ser resolutivo a su debido tiempo. Y qué difícil. Muchas gracias por comentar.Un abrazo.