83A. MUNDOS NUEVOS (Yolanda Nava)
Mi llegada a la ciudad me reveló un mundo que explosionó contra mis tímpanos llenos de silencios.
Mi tía tiraba de mi brazo, y yo, concentrada en no caerme, me dejaba llevar. De pronto nos paramos y cruzamos una alfombra rayada que los coches franqueaban, anochecía y las calles se vestían de neón aumentando mi aturdimiento.
-Llegamos -anunció aliviada-. Nos sobran diez minutos, lo justo para sacar las entradas.
-¿Estás contenta? Me miraba con ansiedad, seguramente no sabía muy bien cómo distraerme ni cómo afrontar su nueva vida a mi lado. También ella parecía un poco huérfana. Mi mirada escaló los brazos que me tendía hasta encontrar la suya para resbalar de nuevo hasta el suelo y soltar un tímido: «sí».
-Mira, echan “Tiburón” -dijo con falso entusiasmo-.
Hubiera dado lo mismo cualquier otra. El segundo mundo que descubría en una noche me hechizó por completo. Vinieron después muchas películas y nunca regresé. Quizá por eso hoy, mientras releo el guion que acaban de enviarme, siento una extraña mezcla de nostalgia y vértigo ante la idea de volver e interpretar la solitaria vida de una anciana provinciana.
La encuentro una historia muy bien contada que tiene muchísima profundidad, por sus personajes, por lo que los trae y por cómo se justifican a medida que avanza el texto. Luego lo utilizas para lanzar ese final en el que el tiempo ha pasado deprisa y en la que consigues que la situación a priori vanal cobre todo el sentido. Suerte y un abrazo 🙂
«Hubiera sido lo mismo cualquier otra». Toda una vida para la tía y su sobrina. Muy buen relato.
Felicidades.
Relato de iniciación al mundo del ruido y la ilusión. No identifico la película, no pasa nada. Y si fue una buena teatrera no tendrá dificultades en representar a la anciana pueblerina que pudo llegar a ser si no se queda huérfana. Suerte.