71. Derretidos
Caroline se dirige al jardín, como cada día desde hace cinco años, para recoger la cesta repleta de comida que alguien deposita junto al muñeco de nieve que allí se alza y, de paso, remodelarlo para que se mantenga erguido y lustroso como el primer día en que apareció. Pero, hoy es diferente y desde el porche observa como un sol tímido emerge sobre un cielo azul, los jilgueros trinan, las calles se pueblan de niños traviesos, los campos reverdecen… sin duda es la primavera floreciente la que anuncia su llegada. Entonces, Caroline sonríe al sentir el final del cautiverio al que el invierno perpetuo les has sometido y canta con felicidad, aunque por poco tiempo. Al acceder a su jardín, advierte un reguero punteado de sangre, que nace donde se situaba el muñeco de nieve y se pierde en el sendero que conduce al bosque. Poseída por un arrebato, sigue el rastro rojo por el manto blanquecino y se adentra en la naturaleza hasta que las huellas sangrientas desembocan sobre un corazón tatuado en un roble. En el viejo árbol, Caroline lee «Armand» y, derretida, se abraza al tronco donde la encontrarán días después.
Impresionante relato, Nicolás, romántico, dramático y narrado con la perfección de un maestro en redactar y en las ondas. Enhorabuena.
Hola, Nicolás.
Es un bonito cuento con una historia de amor, creo que imposible.
Un abrazo.
Me ha gustado mucho Nicolás, la historia, el tono, te ha salido un relato intenso y potente.
Un abrazo
Derretido de admiración he quedado por tan buen relato del maestro Jarque. Voy a congelarme a ver si tomo cuerpo.
Un abrazo,
Jaaaaarque!!! Qué romanticón estás y que intensidad emotiva reflejas en tu relato!!
ENHORABUENA!! 😉
Un saludo microlunático!
Nicolás, bonita historia de amor. El misterio nos lleva tras las huellas hasta ese arbol; y la intriga hacia su final inesperado. Suerte y saludos
Romántico, misterioso… Me ha gustado mucho Nicolás.
Suerte y saludos,
Muy bonito, Nicolás. Primero te descoloca lo de los cino años seguidos, después te intigra esa mano misteriosa que llena la cesta, luego la felicidad efímera de ese sol que a la postre es el culpable de la desgracia final. Un relato lleno de intriga, ternura y amor. Mucha suerte.
¡Muchas gracias a todos por vuestros comentarios y suerte para el concurso!
Abrazos colectivos.
Mu bien Nicolás.Una historia de amor trágico. No sé que nos pasa este mes que estamos plagando el blog de muertos.
Saludísimos microlunáticos.
Hola Nicolás. Me parece una historia muy sentida y muy profunda. Muy bien explicada. Mucha suerte.