82. Descendientes
La solitaria pieza de artillería retiene el aliento sobre la colina, mientras el oficial, huesudo y envarado, se atusa los bigotes calculando la distancia. El viento se enamora de su casaca raída, que parece competir con el portador en aparentar edad. Da una orden a un soldado regordete y sudoroso, y este, como un autómata, se afana en recargar, a la vez que salmodia una oración a esa boca desdentada y negra. El superior susurra una chispa en el oído del cañón, que da un respingo de placer. El orgásmico proyectil sale a toda velocidad. El sonido vence, y los pájaros se retiran en desbandada gritando las mismas palabras de todos los días. El infante, abatido, introduce la esponja humedecida, que refresca el interior del ánima y apaga los posibles rescoldos.
Ya conoce su expresión sin ni siquiera mirarlo.
-¿Es qué no lo ve, capitán? Solo son molinos.
¡Qué bueno! Me he enamorado del Quijote que nos presentas. Podría haber sido una puesta en escena del mísmísimo Cervantes.
Un saludo, Barlon
Si Cervantes levantara la cabeza…Debe estar maldiciéndome desde el más pallá. Soy un vulgar copíon, no se lo digas a naide. Gracias.
Besísimos.
Ese cambio de lanzas por cañones es obra, sin duda, del mago Frestón (¿o se llamaba Barlon?)
Una gozada, Juanillo.
Ehh…¿qué se dice en ocasiones como esta? Pues si, hemos salido a darlo todo, pero el furbol es asín. Nos alegramos sobre todo por la afición y estamos contentos de que les haya gustado el resultado.
Abracísimos.
Para mi próxima reencarnación me pido ser Dulcinea.
Cada palabra, bien cuidada, casi como un puzzle, pieza a pieza te ha dado un «todo» redondo. Un gran micro, Marlon.
No te deseo suerte, sino justicia. Este tiene que subir bien alto.
Besotes
A veces me pregunto dónde está el límite y si no lo he sobrepasado ya. Las imagenes están bien, pero…En fin, supono que la cabra tira al monte y no hay manera de convercerla de otra cosa. (Justicia es una palabra my grande, Raqueliña)
Besísimos.
EXCELENTE compañero!
EXCELENTE, compañero!
😉
Un saludo!! Me ha encantado!!
Es que soy encantador.
Abracismos.
Juanillo, te echaba en falta.
Qué belleza de relato. «El viento se enamora de su casaca raída, que parece competir con el portador en aparentar edad». Toma ya. Y esto, por citar una frase de tantas.
Pues a mí también me ha enamorado tu Quijote, o su descendiente, y espero verlo en la lista, que se lo merece.
Achuchones, payo.
No te enamores mucho que a lo mejor lo hago gay, que ahora se puede. Lo de la lista, ay, la lista…Yo no espero nada. ¡¡Mardita lista!!
Chichones, paya.
¡Lucícheste, paisano!
Este relato estará en la lista, me apuesto una bala.
Hala, una opción menos. Me retiro a llorar un poquito. 🙁
Non te fies ti, non te fies ti. Eso da lista e un conto con moita historia.
Que apuesta una bala, dice, y si rasco lista me la dispara. Venga, dando ánimos, fomentando la participación. !!iva el gremio de los sepultureros!!
Besísimos.
Te ha salido una pieza de orfebrería, majo. La suerte, la tengas o no, me parece irrelevante en relatos como este, que para su autor ya son un premio en sí mismos, aunque por supuesto te la deseo a raudales. Besos.
El problema es que aquí al menda nada le vale. Es tan difícil verse los defectos como verse las virtudes, y uno tiende a alejarse de su obra. El tiempo me dará otra perspectiva y aún así estaré condicionado por mi propia sombra. Los hijos de uno son los que se llevan las reprimendas.
Besísimos.
Hala, Barlon. Que bueno, tío. Entre tantas buenas cosas, si que se puede decir que tu relato empieza en el final, o que el final es el principio, o algo así. Genial.
Pos no sé que decirte. En esta ocasión todo el relato surgió de ese final. Otras veces viene dado por un título o se va desmadejando sobre la marcha. Podría decir que es algo premeditado y quedaría la mar de bien, pero lo mío es escribir desde las tripas y me salió asín. Yo lo llamo instinto y sale pa donde le viene en gana ¿Que le vamos a hacer? Es el celebro que uno tiene y las herramientitas que buenamente pueda usar. Huy, que me se pasa agradecer la visita. Tómate un argo gratis.
Abracísimos.
Bueno, Barlon, qué te voy a decir yo. Solo una cosa: para mí el mejor del año de momento.
Es la cosa más exagerada que he leído desde…desde… Tambien me sentiría mas halagado si fuésemos a uno por mes. Estamos a mayo, cinco meses, unos cien por ronda…Y me dices esas cosas porque tienes el afotico ese, que sino ya no me querrías. Mil gracias.
Abracísimos.
Qué bueno, buenísimo. El disparo final me ha abierto un boquete en el estómago. Cómo dominas el lenguaje, maestro Barlon.
Buenísimo Barlon, como siempre. En segunda lectura se paladean mejor los detalles, cuando ya sabes… entiendes. Un dominio del micro envidiable.
Un abrazo y suerte.
Me gusta que me sorprendan… con arte, con bien hacer, con maestrría.
Gracias, Barlon por… sorprenderme.
Un abrazo
Precioso relato, cada palabra un susurro.
Felicidades
¿Acaso sois vos o vuestro protagonista, descendientes directos del mismísimo caballero de la triste figura? Que siendo cañones ve molinos y mesandose la barba ordena a su escudero un disparo certero.
Buenas letras son las suyas. Agradecida quedo de leerlas y de apreciar una palabra que me tiene enamorada «salmodía».
Quede usted con Dios y que viva muchos años.
Cuasi Dulcinea.