77. Deseos y más deseos
Aquél orgasmo marcó el inicio de nuestras nuevas vidas. Teníamos nuestras dudas si había sido el mejor del año pasado o sería el mejor del año nuevo. La última campanada hizo que nuestros cuerpos se fundieran en algo que nunca habíamos experimentado antes.
Nos íbamos pasando las uvas, ya a deshora, de boca en boca, mientras intentábamos mejorar lo ocurrido escasos minutos atrás. A cada uva un deseo, a cada deseo un movimiento de cadera, a cada movimiento de cadera un “te quiero”. Nos comimos varios racimos de uvas. Después descorchamos un par de botellas de cava, y a cada sorbo un deseo, a cada deseo un beso.
Ya al alba nos tumbamos, exhaustos, en la cama mirándonos a los ojos, y a cada parpadeo una sonrisa, a cada sonrisa un deseo… Y nos dormimos; y soñamos que estábamos en un mundo del que nunca despertaríamos, en el que todos los deseos que habíamos pedido se habían cumplido.
Pero despertamos, de un sueño, de otra realidad. Y aunque nuestros labios todavía sabían a nosotros, tú no eras la chica que estaba a mi lado y yo no era el chico que estaba a tu lado.
Precioso
Gracias m Carmen.
Los dos primeros enunciados ya conformarían un auténtico hiperbreve de calidad.
Gracias Lorenzo. Dudé de quitar el último parrafo, pero tanto deseo no es bueno.
Un saludo
Para quitarse el sombrero. Excelente.
Mucha suerte.
Ton.
Gracias Ton.
Me ha encantado. Excelente princio, excelente desarrollo y excelente final. Mucha suerte!
Muchas gracias andrea. A ver que nos depara la última campanada este año.
Bien Enrique , lo sueños sueños son, pero si pueden compartirse a veces puede uno andar en la irrealidad del otro.
Espero que en el año próximo los que se desean de verdad puedan casi atragantarse.
Abrazos y suerte
Me gustan que se atraganten los deseos, son los que realmente se cumplen
Saludos
Hermoso sueño que contrasta con dura realidad.
Pero así es la vida.
Me gustó, un abrazo y suerte.
Los deseos tienen tanta fuerza como la propia realidad
Un saludo
Muy bien contado, Enrique, con un contrapunto poético.
Suerte y felicidad.
Gracias Maria Jesus.
Jope, Enrique, eso no se hace… Vaya campanazo que arreas al final. Yo que iba leyendo y pensando Qué bonito, qué bonito… Hala, toma final. Que no se puede escribir tan bien para terminar así, hombre.
Te perdono, que es Navidad.
Y te deseo un 2015 alegre en el que todos tus sueños se cumplan.
Un abrazo.
Apunto estuve de que acabase todo bien y bonito, pero es lo que toca al desear tantas cosas, que al final… ¿se cumplen los deseos?… o se vuelve todo en contra…
Un saludo
Lo dejo un poco en el aire, que cada cual saque sus conclusiones 😀
Muchas gracias y también espero que lo pases bien estas fiestas.
Saludos
Enrique, la fantasia, el deseo, la pasión… las describes divinamente. Suerte y felices fiestas
Gracias por comentar Calamanda.
Felices fiestas
Mi deseo para ellos es que las próximas campanadas sus deseos sean tan consistentes que se despiertarán ambos con las personas que estaban a su lado.
Felices Fiestas para ellos y ti y besos consistentes para todos.
Espero que también se cumplan.
Besos.
Buen relato con un final que rompe.
Abrazos y próspero año 2015.
Gracias María.
Saludos
Un maravilla de relato que roza lo poético. Genial. Poco puedo añadir. Feliz 2015. Mucha suerte 🙂
Gracias Juan Antinio. Espero que este año no se nos atraganten las uvas.
Saludos