63. Desirée (Juana María Igarreta)
Teresa nace con el don de la belleza y la condición de la pobreza. Apenas cumplidos los dieciocho, decide valerse de lo primero para corregir lo segundo.
Ahorrándose las despedidas y con la maleta llena de determinación abandona su recóndito pueblo y se dirige a una gran urbe.
Mientras encadena trabajos precarios, consulta al oráculo de la IA y tunea su cuerpo de acuerdo a las últimas tendencias. Consigue en un tiempo récord manejar las herramientas necesarias para alcanzar su objetivo: ser una megainfluencer de moda. Para ello se esconde bajo el nombre de Desirée. Su seductora imagen no tarda en hacerse viral, levantando pasiones en empresas y particulares.
Firma un contrato millonario con una marca puntera de cosméticos que mantiene durante años. Hasta que aquejada de gerascofobia comienza a someterse a continuos estiramientos de piel.
Esclava de su apariencia y alimentándose básicamente de likes, enferma gravemente.
Una mañana la empleada doméstica encuentra el cuerpo sin vida de Desirée con una foto de una jovencísima Teresa en la mano.
El holograma de la influencer siguió en las pantallas anunciando productos de la marca de cosméticos hasta que la empresa cerró.