68. DESTINO (Tanci)
Lamió repetidamente sus labios impregnados con la sal que había sido depositada tras el fuerte oleaje. Los minúsculos trocitos cristalizados sobre barrotes, pasarelas y farolas asemejaban pequeños gránulos de arena dorada y brillante lejos de la costa.
Ella, varada en sus entrañas, lo vio partir en su último viaje hacia el silencio.
Juro que en estos momentos me siento como un borrico al que solo le falta rebuznar.
Leo tu relato, lo releo, me fascina ese halo poético que desprenden sus frases pero…
No lo entiendo.
Trato de atraparlo pero se me escapa entre los dedos.
Jo, lo siento.
Ya te digo que la culpa es mía por ser tristemente unineuronal.
Me perdonas?
Aún quieres ser mi mejor amiga?
Hola Modes.Es tan simple como que una persona, ella, está alongada en la baranda de un navío empapada de agua y sal viendo cómo su pareja desaparece entre las aguas. No hay posibilidades de rescate. Y no hay más para este relato tan corto. Culpa de nadie, por lo tanto nada que perdonar. Cada uno expresa su estilo, su forma y su momento. Esta manera fue la mía en este momento.Y desde luego eres el primero en comentar mi relato, ¿cómo habría de no querer ser tu amiga? Muchas gracias por tu mensaje además lleno de ternura. Un abrazo.
Hola Mercedes, interpreté que ella se hundía con la nave como espectadora desde sus entrañas.
Me gustó.
Un abrazo y suerte.
Hola Moly. Si te fijas el pronombre lo, da la idea de que es a él a quien ella vio partir.Eso si, todo muy breve y muy rápido. Muchas gracias por comentar. Un abrazo.
Me encantó ese aroma a poesía que desprende pero como a Modes y al Moly no me quedó muy claro quién desaparecía en las aguas.
Muchas gracias Gloria. Si, es cierto salio algo poético, pero te digo lo mismo. El pronombre lo es lo que hace, creo yo, que no haya duda de quien desaparecía. Un abrazo.
Hola Mercedes, me ha capturado el principio, me parece sensacional. Nos colocas directamente en el escenario y en la piel de la protagonista, lamiendo la sal de sus lágrimas y del mar.
Tu relato es como un iceberg, sólo asoma una puntita pero es suficiente para imaginarlo por completo.
Isabel, pues de igual manera que lo explicas, así lo sentí yo cuando lo escribí. Y te aseguro que fue un instante el que de una manera rápida y fugaz me llevó a ponerme en esa piel que tú tan bien captaste con tu sensibilidad. Me alegras haciendo una comparación con un iceberg…dado que de eso más o menos trata el tema. Apenas descubres un poco…y ahí está. Isabel, te agradezco muchísimo que hayas pasado a dejar tu comentario. Te mando un beso.
Historia triste de amor hecha poesía.» Viaje hacia el silencio», precioso.
un beso Mercedes.
Hola Ana. Mucha alegría me da a mi también que me hayas descubierto de nuevo y que te hayas acercado a comentar. Tal como lo explicas, así lo escribí yo. Es más la imagen es la de una mujer retorcida en la baranda de un barco desesperada ante la impotencia de no poder hacer nada por la brusca caída al mar de su amante.Podría lanzarse al agua tras él…pero queda aferrada a la vida… a la baranda…mientras lo ve partir. Y cierto, así son las despedidas de los seres que uno ama. Despedidas silenciosas y muchas veces llenas de sal y lágrimas. Vuelvo de nuevo a intentar compartir relatos. Y me llena de satisfacción que todavía anden por aquí muchas personas queridas. Un gran abrazo para ti.
Hola María Belén. Muchas gracias por tu amable comentario que, aunque es cierto que es un poco triste esta historia de amor, me llena de mucha de satisfacción ya que te ha parecido precioso.Y creo que algo te ha comunicado. Así que de nuevo te agradezco que te hayas detenido a pasar y dejar tus palabras. Un abrazo.