Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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49. DESTINO Y AZAR (A. Barceló)

Allí está, justo donde lo había previsto: esférico, luminoso y habitable. Un pico de tensión varía los parámetros de la trayectoria y el telescopio devuelve una visión increíble, un segundo objeto celeste en una órbita paralela. Un minuto después, el sistema informático se cae por completo. Por suerte, ha podido registrar las coordenadas a tiempo y, ahora, no es el flamante descubridor de un exoplaneta viable, como estaba previsto, sino de dos.
Tardarán varios días en solucionar los problemas técnicos en el observatorio astronómico del desierto de Atacama, por eso ha vuelto a casa antes de lo previsto. Aún no se ha publicado el hallazgo y quiere darle una sorpresa a su pareja. No hay nadie en casa, pasan las horas y ella no regresa. No tenía intención de hacerlo, pero está preocupado y decide llamarla. Justo cuando está a punto de marcar, se abre la puerta y acceden dos mujeres. Con gran excitación y urgencia, comienzan a desnudarse la una a la otra. Intenta no delatar su presencia, busca la salida trasera y abandona el chalet. La noche es clara y el cielo está despejado, mira hacia arriba en dirección a “sus planetas”. Acaba de decidir cómo llamarles.

17 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Muy elegante el final y la decisión de tu astrónomo protagonista. Podría haber entrado en cólera, montar una escena, pero optó por otra opción mebos vehemente. Una casualidad llevó a un descubimiento, que condujo a otra casualidad y a otro descubrimiento.
    Una historia interesante, además de respetuosa y civilizada, que dados los tiempos que corren, es algo que siempre se agradece.
    Suerte y un abrazo grande, querido tocayo

    1. Barceló Martínez

      Hola, Ángel.
      Bueno aquí la serendipia va por partida doble. Viene a ser una de cal y una de arena. Nada es bueno o malo en términos absolutos, es la forma en la que nos tomamos las cosas lo que determina el grado en que nos afectan, tanto para bien como para mal.
      Un cálido abrazo, estimado tocayo.

    1. Barceló Martínez

      Hola, Edita.
      Lo interpretas a la perfección. Ese matiz era algo que pensaba que podría no quedar muy claro. Los términos destino y azar pueden confundirse, pero la verdad es que se trata de dos conceptos bien diferenciados, el destino viene a ser lo que nos espera y el azar lo que nos encontramos por el camino.
      Un agradecido y cálido saludo.

  2. De no haber sido por ese binomio de casualidades – los problemas técnicos en el observatorio y el regreso temprano a su casa – el astrónomo no se hubiera enterado de que su esposa también era un «exoplaneta», por decirlo de alguna manera, y gravitaba hacia otro igualito a ella… Por vivir mirando hacia arriba, hacia las estrellas, el protagonista no supo ver a quién tenía al lado (o a quién no tenía al lado), así que se entiende la sorpresa… Lo bueno es que se la tomó con filosofía y, mejor aún, supo sacarle provecho…

    Una serendipia contada con mucha elegancia, querido Barceló.

    Un beso y suerte para vos,
    Mariángeles

  3. Barceló Martínez

    Hola Mariángeles.
    Lo primero darte las gracias por estar siempre ahí, tus comentarios siempre me hacen una ilusión especial, pues vienen desde muy lejos, pero se sienten siempre muy cerca. Además, son certeros a más no poder, pues has sabido ver aquí un poco más allá. Esta pareja acaba como esos dos exoplanetas, orbitando en paralelo.
    Un cálido abrazo, mi apreciada amiga.

  4. Izaskun

    Ups. Pues entiendo que además de a su mujer, conocía también a la amante (el nombre al menos). Qué decisión más comedida la de tu prota. Dos hallazgos en dos lugares diferentes, celestial y terrenal, y él se mueve de manera impecable en ambos. Muy bueno. Suerte.

    1. Barceló Martínez

      Hola, Izaskun.
      Muchas gracias por tu comentario. Pues se trataba de contraponer dos acontecimientos extraordinarios y reflexionar un poco sobre lo que uno considera bueno o malo. Se trata de dejar que los acontecimientos nos desvelen el sentido de las cosas. Es normal alegrarse cuando nos pasa algo que consideramos positivo y disgustarse en el caso contrario, pero creo que siempre con mesura. Cuántas veces hemos pensado que algo era la repera y ha acabado siendo todo lo contrario y viceversa.
      Un cálido saludo.

  5. Gema

    Aquí si cabría echarle la culpa al universo, jajaja, si no fuera porque el universo también le ha regalado al protagonista otro descubrimiento en su vida profesional . Es curioso que vaya a poner nombres a sus recién descubiertos cuerpos celestes y él no lo tenga en el relato. Estupendo y ,coincido, elegante final.
    Un saludo

  6. Barceló Martínez

    Hola, Gema.
    La verdad es que es curioso eso que apuntas. En los microrrelatos, al menos en los que yo escribo, los personajes suelen ser anónimos. Creo que puede ser porque la poca extensión del género fuerza a centrarse más en la historia que se cuenta que en los protagonistas. Gracias por poner el foco en ese detalle.
    Un cálido saludo.

  7. Rosalía Guerrero

    Ángel, coincido con el resto en que la actitud de tu astrónomo es de lo más comedida. Claro que, después de descubrir no uno, sino dos exoplanetas, debe estar lo suficientemente feliz como para ver el lado positivo de la infidelidad de su mujer.
    Un abrazo y suerte.

    1. Barceló Martínez

      Hola, Rosalía.
      Bueno, creo que feliz no puede ser la palabra, sino más bien resignado.
      Gracias por pasar a comentar, otro abrazo para ti.

  8. Jesús Navarro Lahera

    Uy, uy, uy, tu astrónomo se va a aplicar eso que dicen por ahí de que quien aumenta su sabiduría aumenta su pesar. Parece que el descubrimiento planetario ha llamado al otro descubrimiento marital. A ver ahora qué tal llevará el asunto este personaje sorprendido. Un abrazo, Ángel, y mucha suerte.

  9. Barceló Martínez

    Hola, Jesús.
    Muchas gracias por pasarte a comentar mi relato, no sé cómo te da tiempo a hacer tantas cosas. Eres un crack. Te admiro, amigo.
    Un cálido abrazo.

  10. Hola, Ángel. Ya veo que te quedaste con un poco de aquel erotismo del verano, jajaja. Bueno pues entre astros anda el juego, los humanos y los cósmicos. La dicha del hallazgo y la euforia de la pasión. No está mal la combinación. Lástima que los telescopios no estén al alcance de todos y de la pasión, mejor lo dejamos para otro día… que luego todo se sabe. Un abrazo y feliz noche.

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