14. Día de la madre Virtudes Torres
La vieron acercarse con las tijeras en la mano. Al principio creyeron que era otra de sus atenciones de estética que tanto les gustaba. Después, los gritos de sus hermanas, primas o amigas les llegaron claros y supieron que, esta vez, no iba a cortarles las puntas.
Hasta ayer las había cuidado con esmero, les decía cosas bonitas, las alimentaba, les regalaba cócteles vitaminados, les ponía música y hasta cantaba para ellas.
Hoy, hoy parecía otra. ¿Qué le había pasado a esa mujer, ayer tan dulce, tan atenta?
Aunque sacaron su genio y le arrebataron alguna gota de sangre, una tras otra, fueron víctimas de su mano ejecutora.
Después, casi exangüe, fueron introducidas en un líquido. Eso las reanimó, se vieron hasta más bonitas que antes.
Fueron colocadas junto a la ventana, al lado de la foto de una anciana.
La mujer las acarició y ellas, exhalaron suspiros de emoción.
Acabo de leer tu relato, Virtudes, con la coincidencia de que es de noche y que en casa todos duermen, y a pesar de que ya voy teniendo una edad, no he podido evitar mirar atrás con recelo y cierta aprensión, no sea que aparezca el brillo inquietante de unas tijeras. La historia de una curiosa y casi sobrenatural relación entre parientes.
Un abrazo
Me temo que Epi lleva razón. Estás casi dormido. Menos mal que al final viste el sentido de mi relato.
Y es que ayer mientras arreglaba mi jardín, me puse en el lugar de las flores y pensé que yo para ellas podría ser un monstruo.
Venga hay que descansar un poquito más. Un abrazo.
Es verdad que no he estado del todo fino con el comentario, Virtudes, como tú mereces. Espero me perdones.
Yo creo Virtudes que Ángel está ya dormidito, en el séptimo cielo, pues la poda de unas rosas no da tanto miedin, ja ja ja.
Un relato que nos quieres meter el miedo en el cuerpo y muy bien contado, esas gotas de sangre con las espinas. Tu si que eres malvada.
Un beso
Pues sí que llevas razón, Epi. Yo viendo crímenes familiares y se trataba de rosas, pero Virtudes lo ha contado tan bien que se me ha contagiado esa inquietud de las plantas ante las afiladas tijeras, sensible que está uno.
Epi, te contesto desde aquí, pues no sé que pasa que aunque pinche en tu «Repli» me manda al de Ángel.
Tengo que decirte que a una de mis hijas tras leerlo me ha mirado con una cara de interrogación y no ha sabido de qué iba. Eso me ha desmoralizado. He pensado ¿tan enreversado está?
Pero tú si que has sabido captarlo en el momento. Respiro más tranquila.
Un besazo.
jajaja…muy bueno hacernos pensar en monstruosidades dónde solo hay jardinería…claro que tendríamos que ser rosas para ver que nos parece que nos metan la tijera.
jajajardineria. así se titula uno de los relatos que componen mi libro «Pétalos»
(Quería hacer una broma) y al igual que este es un poco entre humorístico y macabro.
Gracias por tu visita. Un beso.
Muy buena idea, Virtudes. A tus florecitas les gusta tan poco las tijeras como a mi monstruo de 40 cm. Mucha suerte para este mes.
Lorenzo, creo que tu monstruo lo iba a pasar peor. O si no que se lo pregunten al chino ese que a primeros de años su señora lo dejó como un eunuco.
Gracias por tus ánimos y suerte también para ti.
Como dice Juan Ramón Jiménez: “¡No le toques ya más, que así es la rosa!” y yo agrego, a propósito de este microrrelato, se pueden asustar, se vuelven violentas y te hacen sangrar.
Buen punto de vista para esta historia, muy bueno.
Saludos.
Gracias muchas gracias.
Las rosas son así, cuanto más bellas más espinas tienen y si se vieron en peligrro…
Saludos.
Virtudes, juegas con destreza con la situacion y nos despistas hasta el final. Muy imaginativo. Suerte y saludos
Calamanda al principio, con el título, doy una pista, luego juego a despistar (pero poquito, jaja)
Si te ha gustado yo tan contenta.
Un abrazo.
Hola, Virtudes.
Yo, al igual que Ángel, veía monstruos donde solo había flores.
Me parece un textazo, así te lo digo.
Me engañaste y eso me encanta.
Felicidades y muchísima suerte.
Besos y abrazos.
Mi querida Towy, tú siempre tan benevolente.
Es un texto, creo que agradable de leer, pero sin pretensiones.
Me alegro de que te haya gustado. Gracias por desearme suerte
Muchos besos y abrazos para ti, guapa.
Qué bueno y qué original. Rosas. Eran rosas. Qué manera más redonda de jugar con el lector para dejarlo al final mirando una foto. Consigues activar de largo nuestra imaginación con tu excelente redactado. Enhorabuena y mucha suerte 🙂
Juan Antonio, momentos antes de escribir el relato estaba con mis tijeras de jardinería quitando las flores marchitas de mi jardín.
Fue cortando las rosas que se me ocurrió pensar cómo me verían ellas, arma en mano.
Empecé a darle vueltas y al final me salió este texto que has leído.
(Basado en hechos reales, jaja)
Un abrazo.
Confieso que he necesitado de los comentarios para oler las rosas. 🙂 Muy original.
Edita, creí que estaba más claro. Lo siento.
Los monstruos no tienen por qué ser bichos raros. Una mujer con unas tijeras cortando flores puede ser un monstruo para estas.
Saludos.
Incluso hasta mi olfato ha volado la desesperación que derramaron esas flores, esas rosas preocupadas.
Bello Virtudes, bello.
Te deseo suerte.
Bonitas palabras destila este comentario.
Si al final su destino era como regalo del día de la madre para una madre ausente… creo que mereció la pena su sacrificio.
Saludos.
Virtudes, originalísimo relato. La escena no deja de ser bucólica e inocente, pero es realmente terrorífica. Las flores han sido desmembradas, seccionadas, reactivadas artificialmente y expuestas a la mirada de una anciana que será testigo de su progresivo y marchito final, jajaja. Me ha gustado mucho. Abrazos.
Gracias Salvador por el comentario.
Para esas flores somos unos auténticos monstruos.
Apreciamos la belleza y cuando esta se manifiesta la cortamos de un tajo para disfrutarla.
Abrazos.
Un relato lleno de aroma a flores. Creo que ya nunca veré del mismo modo los jarrones que con tanta ilusión visten de vez en cuando nuestras casas.
Me gusta esa lucha en las que le clavan las espinas para hacerle sangrar pero a pesar de ello terminan cortadas y siendo un adorno floral para una madre ausente.
Un beso guapa. Suerte.
Totalmente de acuerdo contigo María Belén.
Muchos días corto flores para ponerlas en casa y elijo las más bonitas.
Me surgió esta monstruosidad cortando unas rosas. Guantes y tijeras en mano me vi como Freddy Krueger.
Muchos besos.
Con esa rosa tan bonita de tu perfil creo que te verán siempre de su parte, nunca monstruo.
Besos
Gracias Isabel por tu bonito comentario.
Muchos besos.
Hola JuanRonin,
Como he dicho por ahí arriba, esto se me ocurrió cuando estaba arreglando el jardín. Con los guantes de jardinería, las tijeras de podar y las pequeñas, me sentí un personaje salido de las películas más gores. Yo era un monstruo y las flores que se echaran a temblar.
Pero lo quería dulcificar con una historia tierna tras estas decapitaciones. Y lo que sí quería resaltar era la transformación.
En cuanto a lo de Adolfo Becquér me temo que eso no es para mi.
tengo sensibilidad, pero no soy poeta.
¡¡¡Rabia cochina!!! porque ¡¡¡ya me gustaría!!!
Un abrazo Y gracias por ese pedazo Gótico que ensalza, elogia, exalta y engrandece mi avatar.
Fdo: «Pétalos»
Cómo me gusta que me sorprendan.
¡Se trataba de flores!
¡Qué bueno, qué bien calculada cada palabra, cada información contenida!
Y haces que después de alcanzar el final lo releamos desde otro punto de vista…
¿Quién ha dicho que las plntas no sienten?
Estupendo!!
Un abrazo, Virtudes.
Amparo Que bien que te guste. Si te he sorprendido me alegro es justo lo que pretendia.
Y si, posiblemente si las plantas hablaran nos dirían que nosotros para ellas somos monstruos.
Un abrazo.
Grato es sorprender, crear monstruos y luego verlos convertidos en flores y ademas, acompañados de una querida fotografía.
Felicidades
Puede que los monstruos no estén siempre en el mismo lado.
Y según quién los mire los verá monstruos o no.
Gracias por leerme.Saludos.
Virtudes, muy buen relato. Al principio pensaba que iba a suceder un crimen familiar, pero después he comprobado que tan solo son flores. Sí, pobrecillas las flores, pero solo eso, flores.
Un beso
Gracias Blanca por tu visita. Me gustó jugar al despiste.
Un abrazo muy fuerte.
¡Ja, qué bueno! Todo el mundo cree que es un crimen familiar y al final solo son flores. Me parece un relato excelente y muy original. Un fuerte abrazo, Sotirios.
Quién dijo que no puede ser un monstruo la persona mas dulce.
Según el momento seremos angel o demonio.
Gracias Sotirios por tu visita.
Un abrazo.
Por algo te llamas Virtudes, excelente relato, nos llevaste por done querías y fue magistral. Julio Cortazar te envidiaría.
Un abrazo y mucha suerte.
Me alegro de qiue te guste
Confieso que hr jugado un poquito al dedpiste. Pero ya dn dl título daba una pista.
Muchas gracias por pasar por aquí y comentar. Un abrazo.
Jaja. Realmente no se escribir desde el movil. No miro lo q pongo y sale cada cosa.