16. DIAS DE AQUELLOS
Aquella noche la casa se quedó patas arriba. Sintiéndose llena de energía, no descansó hasta terminar con el último trasto. La casa merecía su atención, recogió todos los enredos. Fue como si algo desde su interior le diera fuerzas para no dejar nada por medio. Puso la radio quería escuchar música suave. Moviendo el dial encontró un recital de Chik Corea. Sonaba después del recién estrenado año bisiesto.
Todos habían puesto su granito de arena antes de irse. La casa guardaba sus aromas, alegrías, carcajadas. Se respiraba el sabor de los afectos. Se sentía tan despejada como la luz que, la luna clareaba por la ventana de la cocina. Cómo apreciaba días de aquellos, esos que son siempre para recordar. Terminó de oír el recital sentada junto a la radio. El silencio de sus pensamientos se unió a la música. Entrada ya la madrugada por el pasillo hacia el dormitorio deseó disfrutar muchas jornadas así: “No le importaría nunca tener que madrugar al día siguiente.”
Sintió que se movía, ligera, flexible, contenta, al mismo compás, al ritmo que los sones musicales. Los cristales tintineaban junto a la porcelana alegrándose por volver a la vitrina, allí tendrían nuevas y largas conversaciones.
ya quisiera yo esas energías par ami misma….quizá el truco sea conectar la radio y bailar con la escoba y el plumero. Bienvenida y suerte.
¡Gracias Eva por tu comentario!
Los restos de las «nocheviejas» siempre pueden ser aprovechados para mucho y la protagonista,lo hizo, todo, todo, todo…
Besicos
Sí Carmen la radio nos ofrece compañía y renueva nuestras energías para acometer cualquier tarea, por ingrata que sea.
Yo también necesitó charla de fondo, música, relatos, tertulia cuando teng que limpiar, planchar, coser…
Parece que con su compañía todo es más fácil.
Feliz año. Recibe un abrazo de Gloria
Muchísimas gracias Gloria, yo soy de la RADIO totalmente, siempre me acompaña, me eseña, me divierte…Y, a veces me inspira. En mi blog doy cuenta de ello muchas veces.
Besicos, y gracias por comentar.
Después de los fastos de fin de año llega ineludiblemente la tarea de recoger, menos penosa si se hace en compañía de la radio, una medicina cálida para suavizar cualquier trabajo por arduo que sea, incluso, por qué no, puede ser útil para aliviar resacas.
Creo que te estrenas por aquí, Carmen, encantado de leerte en todas partes. Un abrazo y suerte
¡Muchísimas gracias Angel por tu comentario!
Sí después de un largo tiempo sin participar, el año nuevo y la radio me han hecho volver… Intentaré estar cada mes, me hace ilusión compartir lo que escribo.
Besicos, amigo.
Cuando la marabunta de cristal, loza y confeti es producida por la alegría y el afecto sincero, recomponerlo puede llegar a ser una terapia placentera (¡esto me lo recordará mi mujer!, jajaja), y además con la compañía amiga de la radio. Me ha gustado, Carmen. Abrazos.
¡Gracias Salvador!
Por las risas también siempre placenteras. Si te ha gustado me alegro mucho, mucho.
Besicos
Una historia muy bonita llena de alegría y de bonitos recuerdos al calor de la compañía disfrutada con esa radio que le pone una nota de color a tu imagen. Mucha suerte 🙂
¡Gracias Juan Antonio!
La radio siempre me acompaña, también me inspira. Me reconozco radio-adicta, no lo puedo remediar, soy mujer de radio.
Besicos
Carmen, con la radio de fondo todo resuulta mas agradable, como en tu cuento. suerte y saludos
Muchas gracias Calamanda, la radio es una buena compañía siempre..
Besicos
No hay nada mejor para darte energía que encender la radio y recoger al ritmo de su música. Un relato alegre, positivo y muy bonito.
Un beso Carmen, suerte preciosa.
Eres un encanto, MªBelén, gracias por tu interpretación de mi relato.
¡Qué viva la radio y la alegría de vivir!
Besicos,amiga.
Bueno, bueno, Chick Corea…
Casi nada al aparato.
Música con sangre en su vertiente más jazz, música ambiental en momentos pausados.
Ideal para acelerarse (la madre que los parió, como me han dejado la casa!!!), ideal para la calma (son unos guarros, pero son mis niños).
Relato con un punto de costumbrismo no exento de poesía nostálgica (pero como aparezcan por Reyes me cargo a alguno!).
Me gusta, me gusta.
Sí, es bueno Chick Corea, sí…A mí me chifla.
Me gusta eso de que hayas dado en la clave del costumbrismo (no lo puedo remediar) me gusta ese estilo.
Y, muchas gracias por tu generoso comentario
Besicos, amigo.
Volver a recomponer todo como antes, borrar las huellas que dejó el festejo pero con la dicha de haberlo disfrutado, mientras la radio acompaña.
Además de placer de volver a leerte siempre cerca de tu mar.
Gracias Carmen por traer de nuevo a Cabopá…
Un abrazo y suerte.
Gracias a ti amigo Moli, volver a escribir y hacer lo que me gusta es lo que hago en esta etapa de mi vida…
Cabopá está siempre mirando al mar con la ventana abierta, por aquí y por allá, amigo
Besicos
Que rastro tan hermoso y vital deja siempre la familia echada de menos. Eso sabemos apreciarlo muy bien los que no encontramos muy lejos de ella, y debemos aprovechar esos escasos momentos junto a los que queremos con el alma.
Tu relato también la tiene. Alma, desde luego.
Mucha suerte Carmen,
Ton.
¡Ay, eso de que tiene Alma, me ha llegado!
Muchas gracias Ton
Besicos
Qué preciosa «resaca» navideña la de tu protagonista. Ha disfrutado con la familia y valora esos momentos inolvidables. Mucha suerte, Carmen.
Qué bien has pillado el punto exacto de compañía que hace la radio cuando una anda liada en tareas de lo más mundanas.