DIC108. LA CRISIS QUE ACABÓ CON EL DÍA DE REYES, de Raúl Guadián Delgado
En realidad apareció hace ya varias campanadas, pero este año se convierte en un rugido de tripas que se te pega al costillar. Y llegó para transfigurar todas las fiestas navideñas, que ahora las cenas familares se hacen en los comedores sociales, donde habitan ángeles de caras arrugadas que dignifican el puchero solidario; Que las compras se hacen en los contenedores, y los niños no esperan al día de reyes, que ya son años esperando en balde. Las caras son tristes en las tardes frías, y las luces se reflejan en los ojos de aquellos que no esperan nada.
Que ya sabemos que hoy es el futuro, negro como las uñas de los que viven entre cartones. Porque ahora, los villancicos suenan a frío, toses secas y desahucios en la calle de al lado.
Y aquel rugido de tripas, que en blancas navidades pasadas fue de rábia… ahora ya no. Ahora son hambres atrasados, bien pegaditos al costillar… Y sabemos que apareció para quedarse entre nosotros, lo mismo que un espíritu navideño que sobrevuela las casas humildes, esas que carecen de código postal al que remitan los reyes sus paquetes.
Magnífica manera de narrar literariamente una dura realidad y darle un tinte poético, basado en el vocabulario y el estilo. Me ha gustado mucho y espero tengas suerte. Solo una cosa que creo que es incorrecta y es que el hambre es atrasada, y en estas circunstancias tan injustas y desde siempre, un atraso.
Felicidades por el relato.
Los políticos ¿leeran este… cuento?
Duro y a la vez bello relato. Pero tengo que añadir un punto, yo que he participado en esas cenas de comedores, en esa entrega de regalos a los niños,( incluso vestida de rey mago) me quedo con sus caras de ilusión, con su sonrisa al verse acompañados, y con ese resgustillo emocionado de saber que no me quedé en hablar, qué muy probablemente fueron ellos los que hicieron mas por mi que yo por ellos.
Y no puedo quedarme con esto, ojala, los políticos leyeran este relato y nos oyeran a todos, pero me temo que no lo hacen, porque si ahora proliferan los mal mantenidos comedores sociales, y la gente que los necesita, es precisamente por esa falta de atención y de interés excepto en los momentos de aparecer en la foto. De ahí que el resto de la sociedad tenga que suplir las carencias provocadas por ellos, si esperamos que nos saquen de esta , no salimos.
Muchas gracias a todas por dedicar unos minutos al relato. Efectivamente las hambres son atrasadas… aunque supongan un atraso evidente. Y sí, Begoña, como rezaba la canción «la pasividad derecho les da». Esperemos que, entre todos, algún día pase algo. Chao.
El hambre, es el motor que mueve al mundo, para provocarlo y para saciarlo
Raúl, esperemos que la crisis no acabe con el espíritu navideño. relato de triste actualidad. Me ha gustado mucho.
Entre todos sí, Raúl. Entre todos podemos conseguir que las cosas cambien y que nadie pase hambre sea o no navidad.
Muy bueno y muy duro.
Un abrazo.
Triste realidad la que vivimos y creo que como tú, tenemos que denunciar como y cuando sea.
Suerte y felices fiestas.
Besicos muchos.
Muchas gracias a todos por leer el relato. Ya sé que parecerá tribal, pero es importante leer… aunque sea a gente sin mayores aspiraciones. Feliz y solidario 2014