DIC109. EL VIEJO BONACHÓN de Cándido Macarro Rodríguez
No había caído en la cuenta hasta que arranqué la hoja de Noviembre en el calendario de la cocina.
¡Otra vez Navidad!
Como todos los Diciembres desde que era pequeño mi ánimo se desasosegaba, respiraba con agitación y comenzaba a sentir un sudor frío. Todo el mundo andaba excitado exteriorizando su dicha por la llegada de las fiestas, pero yo no podía evitar sufrir ataques de ansiedad.
Otra vez me asaltaban aquellos recuerdos nebulosos: Papá Noel entrando en mi cuarto y cerrando la puerta tras de sí, acercándose a mi cama y susurrándome al oído que tenía que portarme bien si quería recibir juguetes un año más. Yo cerrando los ojos y apretando los dientes mientras sentía las cosquillas que me hacía su barba y notaba el peso de su cuerpo sobre el mío, infantil, ingenuo y tembloroso. Un golpe sordo y un líquido caliente escurriéndome por la cara antes de verle caer inerte a mi lado en la cama. Mamá detrás con un martillo en la mano y una expresión extraña.
Aquellas navidades papá se fue de casa. Eso nos ha contado mamá siempre. Y aunque siempre he albergado dudas, nunca he querido preguntarle nada.
Jo, qué duro tu micro, bien contado, ese final «casi» previsible, pero muy bueno. Me ha gustado mucho.
Suerte.
¡Felices Fiestas!
Rosy
He sentido el miedo, ¡muy bueno!. enhorabuena.
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Bajo el manto de la Navidad se oculta una dura realidad en tu relato.
Te deseo lo mejor.
Cándido, crudo relato el que has escrito. Me ha gustado mucho. Un abrazo.
Muchas gracias a todos. Me tenéis que perdonar que no entre en el blog cuanto quisiera por falta de tiempo. Pero en cuanto puedo os sigo.