DIC111. MEMORIAS EN BLANCO Y ROJO, de Sandra Santos García
Aún recuerdo aquella Navidad, de niña. Refugiada en la oscuridad del descansillo escuchaba su risa grave al otro lado de la puerta de enfrente. El frío atravesaba los agujeros de mis zapatillas mientras pensaba en su rostro de apariencia afable, mirada dulce y mejillas sonrosadas. Le había pedido un trabajo para papá y un pintalabios para mamá. Para dibujarle una sonrisa.
Pero ese año tampoco pasaría por casa. Fue lo último que pensé antes de arrancar el cartel de la pared y reducirlo a una pelota arrugada en mi bolsillo.
Todos se sobresaltaron cuando aquella madrugada del veinticinco de diciembre un eco de campanillas y un ruido sordo retumbaron ocho pisos más abajo. El orondo cuerpo del señor de traje rojo y barba blanca se había precipitado al vacío. Junto a su cráneo roto, las piezas faciales de un juguete con forma de patata aparecían dispersas por el suelo, confundiéndose con las propias.
Desde entonces, la imagen dantesca de cachivaches, purpurina y huesos rotos sigue apareciendo ante mí cada vez que hojeo las páginas del viejo libro de cuentos de Poe. Entre ellas asoman los restos de un magullado papel donde se lee: “Peligro. Ascensor fuera de servicio”.
Los cuentos de Poe pueden dejar temerosas huellas pero más terribles son las secuelas del recuerdo de un niño pobre que sueña con un regalo en estas fechas.
Recibe mis saludos.
Sandra, aquella navidad será inolvidable para el niño. Suerte, un saludo y felices fiestas.
La descripción del desastre es muy visual. Triste relato de miserias y pobrezas, y venganza, claro que tenía un buen maestro de lecturas. Me gustó. Venga, que tengas suerte.
De escalofrío los malos recuerdos que conserva esta niña. Inquietante micro.
Un abrazo.
Muchas gracias a todos/as por vuestros comentarios. Es un placer compartir con vosotros iniciativas como la que nos ofrece este blog.
Buenas descripciones, buena atmósfera y buena historia.Buen final y ¡buena suerte¡
Muchas gracias. Me alegra saber que os ha gustado. Para mi, ya es un buen comienzo y un aliciente para continuar.
Me ha encantado el relato. Muy bien descrito y con un final sobrecogedor e inquietante. Mucha suerte. R.
Relato conmovedor por la descripción que se hace de la pobreza y tristeza de la niña de no contar con regalos para ella ni sus padres. Final inquietante e inesperado en estas fechas donde, al parecer, se desea lo mejor para todos.