DIC114. EL PEQUEÑO ARQUITECTO, de Jorge Luis Guillén Príncipe
A pocos días de su llegada sabía dónde encontrarlo en la iglesia del pueblo. “Tal como el año pasado, Manuelito: un buey, un asno, ovejitas y tu soledad como la mía. Este año, Condesa no parió, Platero más viejo y cansado, las borreguitas, percudidas, apenan con su respirar; Berni, no ladra, solo quiere protección… Tengo un plan, Manuelito, no puede fallar”.
El veinte escogió el lugar bajo de un chirimoyo y su concavidad con estrellitas sinfín. El veintiuno ubicó la cantera, el manantial, cubrió de verde la explanación. El veintidós, con pasión desbordaba, sus deditos moldearon la arcilla y fueron apareciendo palomitas, gallinas; condesas generosas, briosos plateros y corceles, ovejitas de toda laya por manadas; agregó cerditos… y aseguró la propiedad con bernis intimidantes. El veintitrés construyó una casita compacta, espaciosa, con ventanales y techo de tejas. El veinticuatro esculpió a su padre vital, a su madre le dibujo una linda sonrisa. Comprobó que todo estaba bien, se sintió colmado, feliz, maravillándose de su obra… En la noche, a las doce, corrió hacia la iglesia, se escabulló entre los presentes y se acercó lo más que pudo, le habló quedito: “¡Manuelito! ¡Manuelito!… Cumplí mi parte… Te toca soplar”.
Triste y tierno relato de peticiones para paliar la pobreza del pequeño, y ofrenda a cambio de esa solicitud. Utilizas un lenguaje muy de tierra profunda que me lleva a escritores con Rulfo. Venga, que tengas suerte.
Me gusta como cuentas esa creación-recreación y como es final es un nuevo principio. Has hecho un juego muy bonito del niño Manuel y la representación navideña de su nacimiento.
Felicidades por el ritmo, la imaginación y la poesía de tus palabras.
Suerte.
Felicidades por el ritmo. Suerte y felices fiestas.
Se puede interpretar que el niño jugando a ser Dios crea su propio mundo en siete (7) días, y pide la ayuda del niño Jesús, tal como Dios nos creo a nosotros. Felicitaciones me ha gustado mucho. Mucha suerte.
Gracias Ximens. Efectivamente el relato lo escribí con la nostalgía que siento al recordad navidades de niño y de como jugábamos por aquellos tiempos.
Gracias Antonía y Calamanda por sus expresiones. De niños podemos imaginar de manera más fuerte la creación.
Efectivamente, el plan del niño fue construir un mundo mejor para él y su familia en 7 días, como esta escrito en el Génisis.
Relato cargado de ternura, de amor por la vida, de afán de mejorar las cosas. Bien contado, con un final que (como ya te han dicho) es otro principio. Da que pensar y te deja con un regustillo amargo, a la vez que con una media sonrisa melancólica, pero cargada de esperanza. Enhorabuena.
J. Ariza. Desde Córdoba, inventando el mundo.
J. Ariza.
Gracias por tus comentarios, que me motivan seguir escribiendo.
Tierno relato sobre la fuerza imaginativa y el ardor de la creación de tu pequeño arquitecto, Jorge. Suerte.
Muchas gracias Nicoleta… felicidades también para ti y tos tuyos en estas fiestas.
Muy tierno tu relato, Jorge Luis. Me hecho creer porque así lo cree el niño que solo falta que Manuelito con su soplo de la vida a todas y cada una de las figuras que con tanto amor él ha modelado. Da que pensar y me deja entre la tristeza y la esperanza, pero me ha gustado mucho.
Besitos
Me alegra tus comentarios, Elysa, ya que sigo las huellas de ustedes terraceros.
Un gran abrazo por estas fiestas y deseos de felicidad para todo el 2013.
Bonito cuento Jorge Luís, aunque me ha costado un poco al pricipio seguir tu lenguaje, pero tiene por ello su atractivo personal. Suerte con él y felices fiestas de tu vecino de arriba.
Gracias por los buenos deseos Enmascarado. El lenguaje corresponde a al que usamos en la zona andina de Perú, de donde provengo.
Allí voy a leerte. Felices fiestas y exitoso 2013.
ssssss