DIC122. UNA VISITA INESPERADA, de Sergi Cambrils Caspe
A pesar de las prohibiciones del médico (y de mi madre), chupar cabezas de gamba roja era para mi padre lo más parecido a tocar el cielo. Solo lo hacía por Nochebuena, cuando nos reuníamos toda la familia, ese día tenía rienda suelta, así lo había pactado con mi madre (y con el médico). Algunos disfrutábamos viéndole succionar aquel exquisito jugo que tanto le gustaba con la servilleta dispuesta a lo largo de su orondo torso para no mancharse. Mi madre, en cambio, era puñetera, usaba los cubiertos, y como un verdugo guillotinaba esa sabrosa parte despreciándola a un lado del plato, además de soltarle un rollo sobre el cadmio. Le recordaba -con cierta malicia- que ese metal pesado estaba presente en las aguas marinas y contaminaba la carne del marisco, fundamentalmente las vísceras de su cabeza, y que podía causarle disfunción renal e incluso cáncer. “Lo que no me mata me hace más fuerte”, replicaba mi padre sin permitir que nadie le fastidiara la noche. Fue en ese momento cuando, inexplicablemente, un desconocido vestido de negro entró al salón donde estábamos reunidos y, sin poder evitarlo, se llevó a mi padre para siempre.
Gracias Ana por tus palabras. Sí, podría decirse que es una familia peculiar, cada uno a lo suyo. Y por desgracia (o no), el señor de las gambas «ha tocado el cielo» en todos los sentidos.
Buenas fiestas.
Sergi, me impactó este relato tan original y crudo, un extraño espíritu navideño, sin amor ni adornos, tres seres miserables disfrutando una comida. El remate del final es un golpe de gracia que remata todo.
Algo fuera de lo común, felicitaciones.
Un abrazo y que tu navidad no se parezca a esta.
Una historia graciosa con sorprendente final feliz?
Un retrato de família mordaz y divertido. El detalle de la madre usando cuchillo y tenedor, como contrapsición a la actitud del padre me parece muy representativo. Suerte y Felices Fiestas
Cualquiera chuperretea,después de haber leído tu relato, las cabezas de las gambas en la cena!.
Menos mal que yo también soy de cuchillo y tenedor…
Original desenlace.
Un abrazo.
Muy original tu relato, aunque el hombre de negro quizá tendría que haber elegido a la esposa puñetera.
Un abrazo y suerte.
Sergi, de chupar cabezas de gambas al cielo, tampoco es un mal tránsito, ja, ja. Muy original y divertido. felices fiestas
Gracias a todos por los comentarios. Creo que estas navidades compraré gamba roja…, y que sea lo que Dios quiera.
Que paséis unas buenas fiestas
Divertido retrato del comportamiento de estos personajes, en la cena de Nochebuena. ¿A quién sermoneará la mujer ahora? Jajaja.
Abrazos.