DIC132. UNA SÁBANA PARA EL RECUERDO, de Elysa Brioa Escudero
Aquella Navidad se planteaba triste para los pocos niños que habitaban en aquel minúsculo pueblo, cercados por grandes montañas de nieve pensaban que los Reyes Magos no podrían llegar.
No entendían porque los mayores habían decidido reunirlos en el salón de una de las casas y el porqué de aquella sábana que lo dividía en dos colgada de una cuerda. Oían cuchicheos y susurros tras ella, sentados en el borde de las sillas, se interrogaban con la mirada.
Después de atenuar las luces y pedir silencio, una de las madres presentes fue descorriendo la tela. Deslumbrados por la decoración brillante del fondo de la pared, no distinguían nada. Lo primero que alcanzaron a reconocer fue un montón de bultos por el suelo y en medio tres personajes vestidos con largas capas que anunciaban que ninguna nevada los detenía. Durante unos segundos interminables reinó el silencio, después todo fueron gritos, risas y una algarabía de voces infantiles que se lanzaron con frenesí sobre los paquetes.
Aquellos niños vivieron esa Navidad como una de las mejores de su vida. Años después rememoraban, con una sonrisa agradecida, el misterio de aquella sábana mágica que encontraron a la mañana siguiente tiznada de negro.
Es sábana teñida de negro deja un regusto a final, así como de tragedia.
Un abrazo
PD: Me preguntaba dónde estaban estas chicas.
La magia de los reyes…
Felices fiestas.
Besicos muchos.
Claro, es que los Reyes Mágicos llegan a todos los sitios y a todos a la vez.
ESTOY ENTUSIASMADA CON TU MICRO. ME GUSTA MUCHO Y ESPERO QUE LOS REYES TE TRAIGAN MUCHAS COSAS, con la buena publi que les haces!!.
Ely.
Todos llevamos por dentro el niño que disfrutó de alegrías en Navidad, o no tanto en algunas oportunidades. El relato me induce a recordar mis propias navidades, con los regalos y particulares Reyes.
Suerte en esta convocatoria y que el 2013,sigamos leyendo tus relatos con verdadero placer.
Elysa, fue una noche inolvidable, y una mañana llena de misterio. Suerte y felices fiestas.
Siempre queda una prueba del delito, pero esa es otra historia. Muy dulce y blanco, como toca en Navidad.
Suerte.
Ana, que a veces las pinceladas son de algún Rey, ¡ay, esta niña!
Estoy intrigada por esa sábana tiznada de ¿carbón? Este último detalle me hace pensar que en su apuro los padres luego tomaron aquella sabana y se deshicieron de ella de manera que nunca se dieran cuenta los niños. Como siempre una historia excelente llena de calidez y fraternidad, de esas tuyas que siempre llegan al corazón.
La magia de la Navidad. Conmovedor y tierno.
Felicidad para ti.
Todo transcurre muy bien, veo al leer, e incluso recupero la creencia de que existen. El giro final, esa sábana negra me descoloca. A volver a leer. No llego al final. Veré comentarios. Nada, suspense, que cada uno piense lo que quiera.
Ximens, la sábana manchada de negro, del betún de Baltasar.
Digo yo.
Dices bien, Aurora, jajaja. ¡Premio para ti!
Negro y en lata. ¡Caviar¡
Golosonaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!
Muy entrañable y encantador, Elysa o Bry, como prefieras que te llamen. Ha sido uno de los más bonitos que he leído. Suerte y FELIZ AÑO NUEVO!!!!
Muy bonito. Estoy con todos los anteriores y que sepas que me hice seguidor de tu blog. El primero de este año. Y a través de él seguí a los demás.
FELIZ AÑO 2013
Algún día me tendrás que explicar (si es que eso es posible), cómo te las ingenias para que, cuando te pones tierna, cada palabra que escribes tenga ese mismo tacto. El relato es muy bonito. Habla de esperanza, de felicidad (aunque sea de esa felicidad tan efímera y edulcorada de la navidad). Me encanta tu relato. Me gustas tú (tú ya me entiendes).
J. Ariza. Desde Córdoba, con la nariz negra por sonarme los mocos en la sábana.
Bonito Ely, que no se pierda la magia.
Mucha suerte.
Besitos