DIC139. CARBÓN POR NAVIDAD, de Jose Vicente Pérez Bris
El carbonero vuelve a casa cansado y sucio.
Es nochebuena y la alegría se palpa en el ambiente.
Su hogar, sin embargo, tendrá una olla de patatas cocidas y de col, con suerte.
Cuando entra con restos de carbón en un pequeño saco, los pequeños se agolpan alrededor, ansiosos.
El hombre lo deposita ceremoniosamente en el frío suelo de la cocina.
La esposa sonríe cariñosa. Los niños abrazan al padre levantando una nube de polvo negro.
Pero no les importa. Es navidad y saben que empieza el ritual. Buscar sorpresas entre el bruno mineral. Primero, la niña. Por ser la pequeña tiene el privilegio. Mete las manitas entre las toscas piezas acharoladas, con la cara arrebolada de expectación. De pronto, sonríe pues los deditos han encontrado un paquete atado con cordel.
Alborozada, muestra sus manos negras que apresan el tesoro. Un pequeño objeto sujeto con bramante.
Ahora es el turno del muchacho, que ya sabe el contenido. El no está excitado, aunque fuerza una sonrisa mientras rebusca a su vez. Saca el suyo y observa a la niña saltando. <<Vamos a abrirlos>>, grita. El hermano sonríe y le ayuda con la cinta hasta que descubre el secreto: cuatro castañas asadas.
Muchas veces la ilusión, la magia, el juego y el cariño son lo importante del regalo. Bonita historia, contada con fluidez y con preciosas metáforas. Me enternece ese padre carbonero y el amor en esa familia.
felicidades y suerte.
Feliz Navidad.
Gracias Antonia por tus palabras.
Un abrazo y feliz año nuevo
besos.
jose
Yo he conocido personas que recibían en Reyes nueces y castañas. Alguno de ellos fueron personas de una integridad y una generosidad que, eso sí, era un regalo para los demás. Emotivo texto. Un abrazo.
Gracias Amando
Tienes razón. De la escasez también surgen los mejores sentimientos.
un abrazo y feliz 2013
Jose
Una realidad diferente que parece de otra época y que desafortunadamente es muy actual. Lo mejor, la ternura que trasmites en los gestos de esta familia.
Un abrazo.
Muchas gracias Susana por tu comentario
Te deseo un feliz 2013, pleno de escritos
Besos
Jose
Muy bien escrito, muy triste y nostálgico, me ha llevado a la boca de la carbonería cerca de mi casa, de pequeña. El hombre, arqueada su espalda por el peso de los sacos, muy tiznado y muy simpático. Espero que tuviera para sus hijos alguna cosita más que esas castañas.
Gracias Manoli
Yo también recuerdo una carbonería en mi calle.
Son recuerdos algo tristes pero entrañables.
Besos y feliz año 2013
Jose
Las pequeñas cosas. La inocencia y lo que cala siempre hasta el fondo.
Precioso tu relato.
Suerte y feliz nochevieja y que 2013 te colme de cosas bonitas.
Besicos muchos.
Querida Casa Encendida
Gracias por tus deseos de felicidad y el comentario al relato.
Besotes y feliz 2013
Jose
Gracias Ana
Te agradezco tus palabras de aliento y me encanta que te haya gustado
Feliz 2013
Jose
Me gusta ese darle la vuelta al carbón. Triste relato que nos habla del hambre y sin embrago nos deja una sonrisa. Me ha gustado. Suerte en el concurso.
José Vicente, a pesar de la descripción, aparentemente tan triste, de esa noche, nos dejas la ilusión e su final. Suerte y felices fiestas.