DIC19. EL OLOR DE SU ASESINO, de Inés Zapirain López
La ciudad está repleta de luces de colores. No bebería; pero he decidido volver al pasado, y la Navidad es perfecta.
Camino absorto entre las calles. Recuerdo. Medito cosas extrañas. Especulo si en el más allá existirá alguna bebida espirituosa o algún alucinógeno. ¿No dicen que elegimos a nuestros familiares? Pues estar colocado sería una buena razón para elegir a los míos.
Mi infancia fue caótica: tenía ocho años cuando papá decidió cambiar de sexo, mamá comenzó a prostituirse, y mi hermano enloqueció creyendo ser abducido cada noche. Mi único consuelo era mi hermana; pero murió aquella Nochebuena. Encontraron a Mara con los ojos desorbitados y los labios morados.
La Navidad y sus símbolos comenzaron a asustarme. Dejé de hablar, de comer. Nadie me ayudó. Me marché a los quince, y ahora, tras una década, vuelvo por una razón: Mara.
El destino me arranca de mis pensamientos trayéndome un aroma inconfundible. Reconozco ese olor rancio, el traje rojo, la ceja partida…, es él. Sin mediar palabra arrastro a un hombre disfrazado de Santa Claus hasta el callejón. Entonces, sin testigos, aprieto con fuerza, esperando a que sus labios cambien de color. Sí. Acabo de encontrar un sentido a mi existencia.
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Inés, que horror de relato para unas navidades, estás tu muy sangrienta, la nochebuena con los cuñados va a ser jugosa.
Un beso
Sí, Epi, este mes he dejado la fantasía a un lado. La Navidad puede ser tanto una fábrica de sueños como de horrores.
Las nochebuenas en familia siempre son jugosas, los cuñados dan mucho juego jeje 😉
Besos!!!
Unas navidades espantosas. Siempre he preferido a los Reyes Magos 🙂
Muy bien contada tu historia, Inés, como nos tienes acostumbrados.
Qué quieres que te diga, que me alegro que haya encontrado al asesino de su hermana, y que se lo cargue. Me estoy volviendo una sanguinaria últimamente (ENTC debe de ser perjudicial para la salud: mira qué hora es y aquí estoy escribiendo, y además defendiendo a un asesino. No, este blog no es nornal… por eso seguimos tantos en él)
Un beso grande, Inés.
Amparo M.A.
Yo también he sido siempre de Reyes Magos, Amparo. Todavía me hace ilusión la mañana de rosco y regalos.
No me extraña que defiendas al pobre chico, lo pinto tan desesperado que cualquiera lo invitaría a cenar en nochebuena…, o no 😉
Besos y abrazos!!!
Inés, si esa navidad no fue más feliz que las otras, al menos la vivió más satisfecha. Suerte. Un beso y felices fiestas.
En eso tienes razón, Calamanda. Muchas gracias por comentar.
Te deseo unas felices fiestas, y te mando un fuerte abrazo.
No solo un sentido a su existencia, seguro que habría muchos ‘monárquicos’ que le contrataran para limpiar las calles de competencia, jiiji.
Muy bien escrito, Inés, me ha gustado Suerte y un beso
Sí, en la Navidad hay mucha competencia jaja 😉
Muchas gracias, Eva.
Un beso.
Muy duro este relato, pero que da mucho que pensar. Los tópicos dan para mucho.
Besicos muchos.
Tienes razón, casa encendida, la Navidad parece más fantasía y no este tipo de cosas; pero también creo que es la época perfecta para comerte el coco si tu situación familiar no es muy buena.
Gracias y abrazicos muchos 🙂
Vaya manera de encontrarle sentido a su vida, muy bonito felices fiestas un abrazo.
Sí, es un chico un poco raro; pero es que el pobre no ha sabido llevar bien las sorpresas que le ha dado la vida.
Gracias por comentar, Sandra.
Un fuerte abrazo.
Pfff… Inés… qué fuerte tu relato!!! Duro, directo, desgarador, otra visión de la Navidad, aunque a este chico le podía haber pasado en Navidad o en Cuaresma, no????
Me ha gustado, la verdad, muy bien narrado y dejas la intriga hasta el final, cuando rinde «homenaje» (aunque de qué manera!!!) a su hermana.
Duro pero hermoso!!!
Un gran abrazo y un beso, guapísima!!!
Marta
Y gracias por ser mi primera comentarista… por segunda vez!!!
Sí, Marta. Demasiadas cosas en su vida siendo un niño,la mente infantil es frágil, y no entiende ni asume ciertas cosas… Y es que al pobre le pasa de todo;) Creo que me he pasado un poco jeje
Me encantan tus relatos, Marta, es un honor ser la primera en comentarte.
Gracias, besos, y felices fiestas.
Interesante el enfoque navideño que elegiste, Inés.
A mí me gusta mucho matar personajes en mis relatos, aunque ahora no asesine tan seguido. Pero, olvidando esa preferencia, me dio una buena cachetada tu relato.
Debe ser realmente horrible esa sensación de pérdida irreversible, la sed de venganza, el dolor y el odio de saber que se haga lo que se haga (si es que se puede hacer algo) no devuelve a esa persona indispensable. Hay emociones que no se destilan nunca, eso creo yo.
Habrá que ver cómo encontró el futuro (o sea, su presente) el protagonista de tu historia. Debe haber cambiado muchísimo. Por lo menos, hay una repugnante existencia acabada.
Mucha suerte, Inés. Un abrazo.
Es cierto, este mes he salido de la fantasía que tanto me gusta. Y eso que en un principio me decanté por algo mágico, pero después surgió este relato, y decidí mandarlo.
Me gusta tu explicación, como te adentras en la mente de un chico que no sabe el motivo de su existencia, ya que lo único bueno que tenía se lo arrebataron. Yo me imagino que ahora podrá dormir tranquilo.
Gracias, Caro.
Un besazo!!!
Inés,el Papa estar a favor de las familias será porque no ha visto la tuya(de tu protagonista).Pobre muchacha, me recuerda una película donde el personaje le pasaba de todo y dijo lo único que me falta es una lluvia.( Y empezó llover). Un relato con mucha personalidad, un poquito sombrío, pero con un final que solo escriben grandes escritores. El truco para no engordar durante las fiestas es uno. Correr por las mañanas, así te sigues comiendo y degustando las comidas. Un fuerte abrazo a mi amiga y muy felices fiestas,Sotirios.
Una vida perra pero perra. Yo lo habría titulado «Revancha» o algo así, pero como el cuento es tuyo, pues nada. El ojo por ojo y diente por diente no está contemplado en las leyes, pero es la única vía de escape que nos queda a los que inventamos historias.
Un abrazo.
Soti, el pobre lo tiene todo, qué te voy a contar. Gracias por tus palabras, y por el truco para no engordar 😉 Ya veo que has leído por ahí que he empezado con el turrón jeje Dulzona que es una!!!
Besos, y una Feliz Navidad!!
Gracias, Susana. Yo también pensé en titularlo «Venganza», pero al final le empiezas a dar vueltas a las cosas y lo cambias todo mil veces.
Gracias por pasarte, un abrazo.
Me gusta lo visceral del relato, del contenido y su terrorífica certeza, Saludo Inés
Gracias Ramón. Te agradezco la lectura y el comentario.
Abrazos!!
La navidad no da lugar a medias tintas, Ines, como bien demuestras aqui, arrojando al lector directamente a las garras de lo mas truculento… Historia bien narrada y muy interesante, quizas en mi opinion daria juego a desarrollarla mas, hay muchos personajes y acciones algo resumidos… Yo, sin duda, te invito a replantearla, ademas, como un relato mas largo, que hay chicha suficiente!!!
Un abrazo fuerte y suerte!!!
NACHO RUBIO
Gracias, Nacho. Acepto tus consejos y quizás lo haga, es cierto que los personajes dan para mucho.
Un fuerte abrazo!!!
Relato un poco surrealista y una venganza como regalo de navidad. Uff, que complejos son algunos personajes, casi tanto como los papás noel.
Sí,he rozado lo increíble y lo he exagerado. La idea era crear un drama complejo donde los adultos tienen su propios problemas y se preguntan lo msimo que su hijo en la edad adulta: ¿Por qué estoy aquí?, si no soy lo que quiero ser y no tengo lo que deseo. Algo que les hace olvidarse de sus hijos, que al sentirse rechazados o poco amados, tienden a copiar el mismo patrón. La venganza no es buena consejera; pero al pobre chico es lo único que le permite respirar por un instante.
Gracias, Ximens. Es un placer contar con tu opinión.
Un abrazo.
Es sorprendente y terrorífico tu relato Inés. Consigues que la obscuridad lo envuelva todo.
Un beso,
Belén
Sí, ya sé que no es muy propio de la Navidad, y lo cierto es que primero escribí un relato fantástico, muy en mi linea. Aunque después opté por algo más fuerte, que rompiera esquemas.
Luego, una vez mandado, siempre piensas si no hubiera sido mejor mandar el otro.
Es que Jams tendría que dejarnos mandar dos por persona jeje 😉
Besos, y mil gracias por comentar.
Un abrazo, Belén.
Ines corazón tu vives cerca mio verdad?, espero que no sepas quien soy y me «felicites» así las fiestas… es broma, oye uno de miedo en Navidad, así me gusta rompiendo tópicos….Zorionak por este y la mención del cuento matrioska tambien me había hecho tilin.
Jajaja María, muy bueno. La Navidad es la época perfecta para contar historias terroríficas 😉
Gracias, María. Lo del cuento matrioska ha sido toda una sorpresa, lo escribí rápido, sin pensar, sin mirar demasiado.Incluso me parece imperfecto; pero por supuesto estoy agradecida.
A mí me encantó el tuyo.
Besos, y felices fiestas.
Imperfecto? Todo es mejorable claro, pero era una bonita historia que ha enganchadona un jurado aunque a algunos les pese (el que no les hayan seleccionado digo), casi que disfrutalo. A mi me basta eso, que haya gentes a quienes les gusta lo que escribo, zorionsk eta urte berri on!!
María, eres un amor!!! Y tienes más razón que un Santo, como diría mi abuela.
Besos, cielo.
Inés, en este paisaje de muchos cuentos dulces, tu relato negro es como un café fuerte y amargo, pero bienvenido.
Suerte y Felices Fiestas.
Sí, Nicoleta. Justo en el mes más propicio para la fantasía, voy yo y hago lo contrario.
Por otro lado, debo decirte que el café largo, negro y amargo es mi favorito 🙂
Gracias, y Felices Fiestas para ti también.
Inés me ha sorprendido tu papa Noel asesino. Y la vida que ha llevado el muchacho, jolines. Das un pelín de miedo, guapa. Suerte
Jajaja, Montaña, qué me dices!!! Si soy un ángel!!! Una vez hice de ángel en la función de Navidad y no veas lo bien que me sentaban las alas 😉 Desde entonces tengo el aspecto y las formas de un ser celestial… Estos relatos son solo para despistar.
Gracias por comentar, y un fuerte abrazo.
Solo espero que no se equivocada de papa noel, porque si no…
Enhorabuena Ines, tu relato de horror navideño me ha gustado mucho, he disfrutado leyendolo.
Solo una cosa, no se si era tu intención pero al principio he pensado que el chico era un espíritu.
Que tengas unas felices fiestas navideñas y mucha suerte en el concurso.
José Ángel, me alegro de que hayas disfrutado leyéndolo. No era mi intención mostrar al protagonosta como un espíritu, quizás sus pensamientos den lugar al despiste, con esas meditaciones sobre el más allá… De todas formas me parece curioso ese enfoque.
Gracias, José Ángel. Te deseo lo mismo: suerte y felicidad.
Uy, Inés, no sé cómo se me había pasado este relato, no lo había leído hasta ahora! Pobrecito, no me extraña que tu prota tuviese sed de venganza con una historia personal tan tremebunda. Un punto de vista peculiar sobre la navidad. Suerte y un abrazo.
Ana, muchas gracias por pararte en mi relato.
Te mando un fuerte abrazo.
Felices Fiestas!!
Me gustan los relatos en los que Papá Noel acaba siendo asesinado. Además ha servido para que tu protagonista le encuentre (algo de) sentido a su existencia. Y digo yo…todos los «Papanoeles» se parecen y huelen de manera similar. Eso está científicamente demostrado, así que me temo que cada año se repetirá la misma historia…mooooooola.
J. Ariza. Desde Córdoba, esperando en el callejón.
J. Ariza, no había reparado en lo que me cuentas; pero ahora que lo dices… Es cierto que todos son iguales, ahora, lo del olor no sabría decirte, nunca he olido a ninguno 🙂
Gracias, un abrazo entre Navarra y Donosti.
Felices Fiestas!!!
Anuski, es maravilloso todo lo que sacas de un relato. Creo que deberías ser la comentarista oficial de ENTC 😉
Yo también te mando un abrazo, espero que tus palabras nos acompañen el año que viene y no nos abandones.
Felices Fiestas!!!
Turrón del duro, Inés.
Feliz noche vieja y buen 2013.
Gracias, Jesús. Feliz Año para ti también.
Un abrazo.