DIC37. ¿QUÉ ES LA NAVIDAD?, de Fernando da Casa de Cantos
–¿Qué es la Navidad? Debo hacer una redacción para el cole –se justificó Celia.
Su madre amasaba la manteca con la harina, el azúcar y la canela mientras meditaba su respuesta. Un mechón de sus cabellos invadió su cara independizándose de su moño. Sopló sobre sí misma, advirtiendo de su indisciplina a las díscolas hebras. Como no le hicieron caso, observó sus enfangadas manos y prefirió que su antebrazo pusiera orden en su cabeza. Solícito, lo intentó de inmediato. Sin éxito.
–¿Quieres recogerme el pelo, cariño? Tengo las manos sucias…
Celia recogió los cabellos de su madre y recompuso su artesanal peinado. Se separó un poco para contemplar mejor el conjunto, como si de una obra de arte se tratara. Satisfecha, besó a su madre y le regaló un tierno abrazo antes de abandonar la estancia.
–Espera, Celia, aún no te he contestado.
–Sí me has contestado, mamá. Cuando llega la Navidad procuramos ser más felices, abrazamos a nuestros seres queridos, lo bueno vence a lo malo… Es así, ¿no?
Su madre sonrió. “Qué hija más lista tengo, con tan solo ocho años”.
–Pero eso lo has dicho tú…
–No digas nada, mamá, lo he entendido. La Navidad eres tú.
Un relato tan dulce como los que está preparando esa madre, cálido y fragante. Saludos.
Gracias, Ana. Se nota que soy goloso, ¿no?
Fernando, buen tema y bien tocado, muy entrañable. Suerte, saludos y felices fiestas.
Felices fiestas, Calamanda. Pensé que, dado el ambiente general del país, la mala baba que tenemos/soportamos todos, la tristeza que se ha apoderado a pasos agigantados de un pueblo tradicionalmente feliz y alegre, prefería escribir un relato ñoño antes que algo deprimente o crispante. De eso ya tenemos mucho día a día.
Viva la Navidad.
Buen relato para contarlo a mis alumnos en estas fechas.
Qué honor, Lorenzo. Me alegro mucho de que te haya gustado.
Reflejas todas las cosas buenas que amo y que he tenido la bonanza de sentir toda mi vida. Esto que has compuesto es La Navidad: No lo veo de otra manera. ¡Qué acierto más grande de microrrelato! Desde Los Magos de Oriente a Los Pajes espero que te premien por tanta gracia como has tenido. Y que tengas Fiestas Radiantes Y Humanas.
«Pues No Hacemos Alegrías // cuando nace uno de Nos // ¡Qué No haremos cuando nace Dios!» [Villancico Medieval]
Vaya, vaya… Me has emocionado con tu comentario, Juan. Te respondo con otro villancico medieval, relacionado con el «Carpe diem» que nos puso en contacto y que pienso mantener como filosofía de vida:
«Hoy comamos y bebamos,
cantemos y folguemos,
que mañana ayunaremos»
(Juan del Encina)
Fernando, qué tierno te has puesto. Precioso relato lleno de buenos sentimientos. Me gustó muchísimo. En unos días colgaré mi relato. Cómo vivir más de 300 años. Será un relato muy explícito con pelos y señales. Escuché tu consejo y escribí dos relatos uno para mi blog(esto sí será muy claro) y otro para el concurso. También colgaré “Memorias de un asesino en serie” Me gustaría que lo leyeras porque es muy gracioso. Enhorabuena por tu maravilloso relato salido de corazón, y felices fiestas amigo, Sotirios.
Muchas gracias, amigo Sotirios. Espero como agua de mayo tus relatos, tanto los del blog como el preparado para ENTC.
Ah, pase lo que pase, digan lo que digan, sean malos o buenos (tus relatos), no se te ocurra desaparecer de ENTC. Das mucho juego a este blog, eres una de sus máximas estrellas.
Se me hizo un nudo en la garganta. «Navidad eres tú» Esa niña, otra Bécker.
Ay, Carmen, nunca pretendí emular a alguien tan grande. Muchísimas gracias por tu comentario.
Se me hizo un nudo en la garganta. «Navidad eres tú» Esa niña, otra Bécker.
Precioso el sentimiento navideño implícito en tus letras.
Me ha gustado mucho.
Un abrazo.
Gracias, Belén. Tu nombre sí que lleva implícita la Navidad, por cierto. Otro abrazo para ti.
¡pOR QUÉ ME SALEN DOBLES LOS COMENTARIOS?
Fernando, tierno y encantador relato. Me ha gustado mucho. Un abrazo
Gracias por tus palabras, Salvador. No pretende ser más que eso, un dulce navideño que no se atragante demasiado. Otro abrazo.
Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ¡Qué bonito, qué bonito, qué bonito!
Visto así, a lo mejor empiezan a gustarme estas «fiestas».
Este párrafo me ha vuelto loca. Es lo más de lo más «Sopló sobre sí misma, advirtiendo de su indisciplina a las díscolas hebras. Como no le hicieron caso, observó sus enfangadas manos y prefirió que su antebrazo pusiera orden en su cabeza. Solícito, lo intentó de inmediato» ME GUSTA MUCHÍÍÍÍÍSIMO.
Un abrazo, con antebrazo, codo, muñeca y hombro.
Madre mía, madre mía… Aurora, una de mis escritoras favoritas de ENTC, dedicándome estos elogios… Me dejas sin palabras, te las regalo todas.
Muchos abrazos navideños.
Re laro como un dulce de Nvidad para comerselo. Me gusto mucho como le escribiste y te deseo Dulces Fiestas.
Un beso
Gracias, Esther. El problema es que he empezado a comer dulces demasiado pronto, y quizás estallo antes de llegar a Nochebuena… Intentaré controlarme un poco.
Besos y felices fiestas.
Dulce como un mantecado de esos que amasa la mamá (o el dulce que sea, que yo soy poco repostera), y muy entrañable. Y ninguna de las dos cosas viene mal, pues me temo que se avecina otra navidad tristona o puede que incluso peor. Un beso, Fernando, espero que nos veamos por ahí y nos tomemos algún vino (dulce).
Ana, tus palabras suenan más. dulces que un villancico bañado en el más fragante licor, más tiernas que la ilusión de un niño ante los Reyes Magos, más embriagadoras que una noche de fados en el Parque Torres. Que no me entere yo que pasas un solo minuto triste esta navidad.
Precioso, me has hecho caer en la cuenta de que efectivamente las madres representan mejor que nadie el espíritu navideño, ellas cuidarán de que todos tengan su momento, y de que no falte un detalle especial en las mesas, sin importar las crisis, ellas siempre sacan ese conejo de la chistera para que todo sea mágico.
La navidad es ilusión, y tu relato nos la contagia.
Felicidades.
Tienes razón, Asun, ¿qué haríamos sin la figura de nuestra madre? Que vivan muchos años, eternamente en nuestro corazón.
No sabes lo que me alegro de haberte contagiado.
Cuando era niño no me gustaba la miel. Con los años, sucesos y sinsabores me han ayudado a apreciarla. Ahora me encanta. Espero no resultarte empalagoso con mi respuesta, besos y abrazos para ti, Ana.
Un relato bello y sencillo como debe de ser el cariño en cualquier época del año.
Felicidades.
Gracias, María. Un abrazo muy fuerte.
Hola, Fernando.
Guaau, eso sí es Navidad. Creo que en el momento en que empiezan a faltar esas piezas tan importantes en una casa el espíritu navideño comienza a resquebrajarse.
Me ha encantado tu cuento, mucho, mucho.
Un abrazo muy grande.
Towanda, este año se me ha adelantado la Navidad ¡Acabo de convertirme en abuelo! Siento una alegría. indescriptible, miro a mi hija y pienso «ella también es Navidad «. Gracias por tus palabras, un abrazo .
En serio? Pues enhorabuena. Tienes que cambiar en la foto la copa por un biberón!!
Jajaja, no es mala idea.
Navidad en puro estado, sin fantasías ni sueños imposibles de cumplir: solo realidad, la que pueden reflejar las palabras de una niña. Emocionante relato.
Un abrazo
Rosa
Suerte!!!
Rosa, has descrito muy bien lo que quería expresar. Me alegro de que te haya gustado. Besos.