DIC38. MUÑECO DE NIEVE, de Susana Revuelta
Al muñeco de nieve lo han decorado este año los niños con especial interés: sus ojos son dos caramelos, la nariz un pirulí ¡nada de zanahorias!, la boca un corazón de gominola… Por una vez se ha librado de la apestosa pipa del abuelo. Acostumbrado a que le dejen solo en el jardín, hoy se siente el rey de la casa: la familia al completo está reunida en torno a él.
Y ello gracias a la señora Jones, que esta noche improvisando lo ha elegido para presidir la mesa de Nochebuena. Todo va bien hasta que llegan los postres y ve acercarse una amenazadora cuchara a su cuerpo de merengue.
¡Ñam, ñam…! Que preciosa idea para un postre navideño. Ya nos darás la receta completa de la señora Jones.Me ha gustado sobre todo lo de quitarle la apestosa pipa ;o)
Original y diferente.
Suerte y un abrazo, Susana
A veces en los cuentos lo que no está presente como la pipa también aporta mucho.
Gracias, Eva. Otro abrazo para ti.
Susana, muy buen relato. Tú y yo tenemos algo en común a ver si lo adivinas. No , no es el deporte aunque es verdad que nos gusta. Claro odiamos profundamente el tabaco. Cuanto conocí a mi mujer lo primero que le dijo es que jamás me casaría con una mujer fumadora y ella me contesto que ella odia el tabaco. Una vez casados no parar de fumar hasta de hoy día. Incluye no la llamo Ana la llamo con su verdadero nombre chimenea. Yo soy un hombre muy goloso no estaría mal estar en esta mesa con una cuchara… Me ha gustado tu relato amiga atleta te deseo unas felices fiestas, Sotirios.
Susana, estamos perdiendo los papeles, ya ni el muñeco de nieve. ¿Qué va a ser lo próximo? ¿El turrón de jijona?.
NNNNNNNNNNNNNNNNNNNOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Un poco verde pero me ha gustado.
Un beso
Me parece a mí, Alejandro, que en este mes vamos a pasar todos los símbolos de la navidad por la cuchilla. Solo llevamos cuatro días y ya has visto lo que hay por aquí.
Un beso verde.
Parecía un relato dulzón, por los adornos, el clima… hasta que al fin llegó el momento brillante, el de la cuchara asesina, y ahí, salió la chispa de Susana, que nunca defrauda y saca la sonrisa de complicidad.
Suerte y un abrazo.
Como no me va el dulce, tenía que aprovechar el tema navideño que tan empalagoso me resulta.
Gracias por tu comentario, Antonia. Un abrazo.
Susana has escrito un relato de humor negro inglés rematado por el nombre de la señora golosa.
Me ha encantado.
¿Humor negro inglés? Bueno, me gusta la definición, aunque no sé exactamente qué significa. Lo buscaré.
Gracias, Paloma. Tu opinión, ya lo sabes, es muy válida para mí.
Un abrazo.
Conoces a Saki? A sus cuentos de humor y horror me refiero aunque no sé si estará bien definido eso del «humor negro inglés» o me lo he sacado de la manga.
No conozco a Sski, pero lo apunto en mi listadecuandovoyalabiblioteca y te cuento. Gracias Paloma.
Hola Susana, como siempre muy original en tus relatos y con ese toque de sarcasmo. Me ha gustado mucho.
Un abrazo.
Hola, Ginette. Gracias por comentar. Es que si no meto algo de caña al personaje me quedo como con ganas…
Nos vemos pronto y brindamos.
Un abrazo.
Me ha gustado mucho. Buen final que no se anticipa. Enhorabuena.
¡Qué bien si he conseguido sorprender! Yo también cuando leo los micros intento dejar la cabeza limpia y que el texto me arrastre, sin ideas preconcebidas.
Gracias, Jes, un abrazo.
Susana, ese final te arranca una sonrisa aunque no se quiera. Tierna estampa navideña donde has conseguido que todos nos sintamos un muñeco de nieve con nuestro corazón.
¡Mucha suerte para el concurso!
Abrazos.
Nicolás, todo lo que sea arrancar una sonrisa es siempre bienvenido. Me alegro de que lo veas así. Este cuento me gusta sobre todo porque me parece de lo más inocente, hasta la sonrisa final.
Un abrazo.
¿pretendes que sean los niños que le han decorado?… puede que si pero dudo que se lo quieran comer porque para ellos hasta las imágenes «cogen vida»…
a mis hijos de pequeños se les hacia muy fuerte comer las figuras de mazapán si representaban niños…
creo mas bien que la cuchara es de una persona mayor que no respeta ni los muñecos de nieve…
por esto es mejor hacer el tronco de navidad…
La cuchara, Kistila, puede ser de quien tú quieras. La imaginación no tiene límites. Por otra parte, yo las figuritas de mazapán que conozco son un poco difusas, nunca he visto ahí formas de niños sino más bien un molde hecho sin interés. ¿Y qué me dices de los reyes de chocolate?
Un abrazo.
Muy simpatico y apetitoso, susana 😉
Voy a buscar algo dulce antes de seguir leyendo mas relatos!!!
Un abrazo
NACHO RUBIO
Gracias, Nacho, por la visita. Mi intención era que quedara simpático, yo creo que me ha salido, qué raro en mí, apto para todos los públicos.
Otro abrazo para ti.
Susana, muy original. Suerte y felices fiestas.
Ya, Ana, parece que me va el tema de las cucharas, juro que es coincidencia (por el relato de octubre lo digo). No te vayas muy lejos, que estás invitada a la sobremesa.
Un abrazo.
Calamanda, gracias, lo mismo. Estas fiestas no me parecen felices desde que faltan las personas a las que más quise. Ahora hay sobrinitos, muy lindos, pero no es igual.
Un abrazo.
Susanaaaaaaaaaaaaaaaaa!!. Te has superado a ti misma, tía!! Qué rico!!. Este micro engancha desde el primer momento, a ver que pasa, a ver … a ver que hace, a ver de qué va… y ¡toma! Qué dulce.
Graaaacias, Aurora. El factor sorpresa a veces cuesta lograrlo y otras sale solo, ojalá tuviera el secreto, pero en mi caso no funciona así. Para mi escribir es como un caos y nunca sé qué va a pasar al final de la historia. (¿Me manejan mis personajes?)…mmm
Un abrazo.
Susana, qué original ese final, lo que menos me podía esperar es que el muñeco de nieve fuese un postre. Sí, desde luego tu Navidad no empalaga, aunque si tus protas se comieron todo el merengue igual sí 🙂 Un beso.
Ana, me alegro que te hayas sorprendido. La verdad es que no me gusta el merengue ni «los» chuches, como diría algún imbécil, pero mira, una prueba más de que podemos escribir sobre lo que nos dé la gana y más.
Un abrazo.
Que original y apetitoso, yo que soy una apasionada del dulce me lo estaba imaginando y … Mucha suerte. Nuria
Pues fíjate, cuando empecé a escribir con este muñeco, yo me ubicaba en el jardín y los niños enredando. Yo fui la primera sorprendida con el resultado.
Un abrazo.
¡Qué mejor que acabar en la boca de los que te quieren! Yo lo preferiría antes de derretirme, la verdad. Un abrazo.
Mar, esto que no lo lea Epífisis, jeje. Aunque derretirse igual tampoco está tan mal.
Un abrazo.
¿Quién me llama?
¡Hola, guapo! Esto era un escuchito, no puede ser que me hayas oido. Estoy en el encerao escribiendo cien veces rebelar, pero creo que de poco me va a servir. He pensado en aplicar alguna regla nemotécnica. ¿Me das una idea?
Tu quieres que te aplique una regla?
De madera y de 50 centímetros?
Deditos juntos?
Prefiero materiales ecológicos, pero me riiindo, lo que digas.
El otro día estabas despierta a las dos y pico, no creas, que a esas horas hay mucho buitre suelto por ahí aleteando y batiendo alas.
Me da miedo decir que soy tu ángel de la guarda, porque en los relatos de este mes están quedando a un nivel muy bajo.
Con miga de pan y sin comértela, haz un belén.
Alej, este mensaje creo que no es pa mi, que yo no he escrito nada de belenes ni a las dos y pico. Igual da, nunca viene mal un ángel, aunque sea de la guarda.
Jejejeje, ¡que bueno! Imagina que mi vida se mueve alrededor de los fogones. Me ha encantado.
Besicos muchos.
Yo en la cocina entro lo justo y necesario, pero no es mala idea para un postre en una tarde lluviosa con los niños, ¿no?
Un abrazo.
Me encanta el final. Da otro enfoque genial a un texto que ya apuntaba maneras.
Suerte, aunque a este texto no le hace falta mucha.
Un saludo
Supongo que en los micros se trata un poco de dar un giro de tuerca a la historia inicialmente planteada. Eso entiendo yo después de leer tanto y tantos, sobre todo los de la cadena ser, entre otros.
Un abrazo.
Un relato de pleno humor negro y super original. Me ha gustado mucho. Cariños.
Gracias, Zoe. Humor negro puede, pero este micro se lo voy a leer a mis sobrinos (10 y 13 años) en cuanto les pille estas navidades. Y les voy a invitar/obligar a que opinen. Yo creo que algo tendrán que decir, el pequeño sobre todo, que es un elemento.
Un abrazo.
Hola, Susana!
Muy simpático el relato, con giro inesperado al final, como me gustan a mí, je, je…
Reinventas el tema del muñeco de nieve, de forma original.
Es muy visual y casi casi se puede degustar el merengue!!!
Un abrazo y te deseo mucha suerte!
Marta
A mi también me encantan los giros finales inesperados. Aspiro a retorcerlos todavía más, tengo que practicar.
Un abrazo, suerte para ti también.
Susana, me esperaba un final más fuerte. Creo que la Navidad te pone tierna 😉 Me ha gustado tu relato merengue.
Mucha suerte y más abrazos.
Ay, Inés. Se lo acabo de comentar a Marta, la comentarista de arriba. Me gustan los finales fuertes, pero tampoco era cosa en este caso de forzar un suicidio o montar un drama, no me dio para más la historia. Prometo intentarlo en próximas ocasiones.
Un abrazo.
Susana, muy buen relato. Tú y yo tenemos algo en común a ver si lo adivinas. No , no es el deporte aunque es verdad que nos gusta. Claro odiamos profundamente el tabaco. Cuanto conocí a mi mujer lo primero que le dijo es que jamás me casaría con una mujer fumadora y ella me contesto que ella odia el tabaco. Una vez casados no parar de fumar hasta de hoy día. Incluye no la llamo Ana la llamo con su verdadero nombre chimenea. Yo soy un hombre muy goloso no estaría mal estar en esta mesa con una cuchara… Me ha gustado tu relato amiga atleta te deseo unas felices fiestas, Sotirios.
Sotirios, sigo fumando aunque un día de estos lo dejaré. Y no soy nada golosa. Así que me quedo con la afición común al deporte, a escribir y sobre todo a tomarse la vida con optimismo (aunque también te digo que a veces soy muy negativa).
Un abrazo.
Susana, si eres mi vecina de arriba!!!. Bueno empezaba a leerlo y decía hum que raro tanta golosina en Susana, que esconderá?. es un micro fantástico de principio a fin. Humor negor ingles YES, una de mis mejores amigas vive en Inglaterra y es una fabulosa cocinera, le voy a pasar tu relato a ver que me dice. En serio, el toque dulce, sarcástico estupendo y el narrarlo con dos narradores el externo y el omninscente del prota queda muy muy bien, mis enhorabuenas.
Maria, me has pillado, las golosinas no es lo mío, pero ya ves que todo da su juego. Te echaré de menos el martes, si hay sorpresas serás la primera en saberlo.
Un abrazo.
Yo tambien os echaré de menos, llevo una temporada horible… si hay sorpresas os lo bebeis todo a mi salud y la de los mios, y si no las hay también!!!!. Lo dicho me ha encantado tu muñeco de nieve.
Ana, cómo te cunde el tiempo, qué envidia. Vas y me comentas el relato de octubre, qué pasada. Yo también acompaño a Jams. Al santo Jams, que vaya rollos que se tiene que leer. Pobre hijo.
Dios, imaginar como toda una familia viene a por ti, y tú sin pies para correr… Jesús, qué giro dan las gominolas, Susana.
Un abrazo.
Jaja, pobre muñeco, qué cosas se les ocurren a estos guiris. Gracias por parar por aquí.
Un abrazo.
Susana, me ha gustado mucho tu relato. Aunque yo cambiaría el merengue por nata montada que para mi gusto esta mas bueno 🙂
Me ha recordado a una pelicula que vi en la que un padre se reencarna en un muñeco de nieve para estar con su familia en navidad y al pobre le pasa de todo.
Que tengas suerte y felices fiestas.
Saludos
Lo pensé, pero la nata igual no resistía tanto peso que le estaban poniendo.
Gracias, José Ängel.
Menuda enganchada!! Una encerrona para el pobre muñeco de merengue. No podía ser todo tan perfecto. Al final el que preside la mesa es el comido. Un relato surrealista, fantástico, que resulta verosímil. Felicidades, Susana.
Un beso, casi navideño para ti.
Amparo Martínez A.
Gracias, Petra, otro para ti. Me encanta que te parezca verosímil.
Un abrazo.
Jeje, pobre muñeco, pensó que los hombres eran buenos por primea vez. Me gusta ese Muñeco Fénix que renace cada año de su charco, como le has personalizado hasta el extremo de recordar peores navidades. Final dulce, jeje. Venga, suerte
Por más que nos pongamos a destruirlos, todos los símbolos de navidad resurgen cada año, como el ave fénix. Los cuentos de este mes son el resultado de muchos años viendo lo mismo, una y otra vez. Algo torcidos tenían que salir, ¿que no? Gracias por pasarte, Ximens.
Un abrazo.
Original, simpático, divertido, eso era lo que necesitaba leer en espera de las fiestas navideñas, Susana. Felicidades.
Un abrazo y Felices Fiestas.
Gracias por tu entrañable comentario, Nicoleta. Aunque se lo coman al final creo que quedó simpático. Pero como le dije a Ximens, el año que viene igual cambian los roles…
Un abrazo. Seguro que en tu país sí que será una blanca navidad.
Susana. Feliz navuidad.
Olvidaste ponerle botones al muñeco Jones.
Tienes razón, las bolitas de lacasitos habrían estado bien.
Feliz navidad, Jesús.
Has matado al hombre de nieve ¡¡¡ Buen micro y buen giro con sorpresa. Suerte. Un abrazo.
¡Que no fui yo! Fueron los Jones, que son un poco retorcidos ellos…
Un abrazo, Jacobe.
¡Qué bueno Susana!, me gustan los relatos que me sorprende. Has roto el ambiente idílico con que comienza el cuento con un revés asesino.Perfecto.
Un beso
A mí también me encantan estos contrastes, Paloma, y por este blog, gracias a todos vosotros, se aprende mucho a jugar con ellos.
Un abrazo.
Susana, original relato que pone de manifiesto que los muñecos de nieve también tienen su corazoncito y forman parte de la familia que quiera adoptarlos.
¡Mucha suerte!
Abrazos.
Claro que sí, Nicolás. Y disfrutar de la inocencia de los niños a través de los cuentos, donde objetos y animales cobran vida.
Un abrazo
Susana, qué dulce el muñeco, con sus recuerdos y sus sentimientos…Vamos, para comérselo. Me ha gustado mucho el relato, nos metes de lleno en un giro diabólico de la historia (para el muñeco que ve venir la cuchara, digo) y nos sacas una sonrisa. Mucha suerte y un abrazo.
Mª Carmen, qué comentario más dulce el tuyo. Que te dure esa sonrisa, que falta nos hace. Muchas gracias y felices fiestas.
Un abrazo.
Fabuloso y divertido relato, Susana. A veces, el recurso de la personificación crea situaciones divertidas, como en este relato. ¡Pobre muñeco y qué apetitoso parece, precisamente cuando más miedo tiene! Un placer leerte, como siempre. Un abrazo.
Gracias, Rosa. Sí, a punto de ser devorado por la familia y resulta tan entrañable el muñequito, qué le vamos a hacer.
Un abrazo.
Jajaja, micro muy «dulce», aunque no tanto para el pobre muñeco al final del micro. Me gustó este inesperado final.
Suerte
Besitos
Elysa, casi casi no te leo, estaba con los relatos de enero y me vine aquí a dar una vuelta. Creo que en los micros el factor sorpresa es fundamental y si no no hay más que leer los de los que saben hacerlo realmente bien.
Un abrazo para ti.