DIC40. VENGANZA VACÍA, de Pablo Fidel Moncayo
Aquella navidad, con treinta y dos años, disparé a mi padre por la espalda. Fue en un callejón a trescientos metros de mi antigua casa. Tuve cuidado y planificación. Caso cerrado. Ningún policía se preocupó de un borracho muerto, conocido en el barrio por buscar a algún primo que le pagara unas copas en algún tugurio mugriento. Creí que la venganza me permitiría seguir adelante. Pero nada ha cambiado. Ella sigue muerta.
Aquella navidad, de niño, mi madre me regaló una pistola de juguete. Era plateada, futurista, con luces rojas y sonidos espaciales. Con esa arma disparaba a mi padre cada vez que ella recibía una paliza. El anhelo de que una bala de verdad saliera de aquel trozo de plástico se disipaba cuando él terminaba con mi madre y empezaba conmigo.
Pablo, muy fuerte la infancia de ese niño. Suerte. Un saludo y felices fiestas.
Qué inicio más impresionante. Me enganchaste en la primera línea. Un éxito para cualquier micro.
Duro, muy duro este relato. Este mes se repite el tema, debe ser que ¿está muy presente en los hogares? Me da pánico pensar que así seaa. Prefiero pensar que son relatos.
Besicos muchos.
Qué fuerte y triste! Pobre niño convertido en adulto tan joven. Cariños.
Escalofriante relato, Pablo. Un tema que siempre conviene tener muy presente, esta mas cerca de lo que creemos…
Un abrazo fuerte!
NACHO RUBIO
Venganza. Lo del título, vacía, no lo he entendido, pero da igual, lo importante es el relato. Cómo andamos esta navidad. Noche de paz, noche de amor. Son fechas clave, aunque lo intentemos enmascarar. Me ha gustado que empezaras por el final o acabaras por el principio (¿Media res se llama?).
Una abrazo.
Duro relato. Toda la vida arrastrando ese horror.
¡Suerte Pablo!
Un beso,
Belén
Inicio de relato que atrapa. Vale, el protagonista nos gana para la causa. Luego un mazazo, la madre sigue muerta. Último párrafo que nos aclara más la historia, que incluso se podría suprimir todo él. Venga, suerte.
Duro, triste, refleja la realidad de muchas familias. Pablo, me ha gustado tu relato. Suerte.