DIC41. LA HUIDA, de Dylan Martínez
La fría noche obliga al caminante a buscar refugio entre los establos del lugar, cansado se recuesta plegando sus alas; mecido con el murmullo de bueyes y mulas, sueña con un niño que tiene el Universo en los ojos y los pies en la Tierra. Dios de los mendigos, del pan y el hambre; Hijo de los hombres atormentados, afligidos, perseguidos.
Un niño con cicatrices en la frente y una eterna llaga en el costado.
Despierta sobresaltado, se pone en pie, Egipto le espera.
Que concentración de discursos para poner en pie un Dios.
Una historia perfectamente narrada, desde el sueño, hasta el futuro.
Has hecho un retrato poético de una imagen o idea de un Dios, que ese sí, sería humano.
Final perfecto.
Te deseo suerte, te la mereces.
Perdón, «discursos» era «recursos», pero ambos valen.
🙂
Breve en palabras, pero intenso en contenido. Enhorabuena.Nuria
Ese niño que tiene el universo en los ojos y los pies en la tierra me ha emocionado.
Divino y nunca mejor dicho.
Saludos
Maricarmen Brun
Esos pies en la tierra y los ojos en el universo, se nota que nos ha zarandeado a algunos. Conmovedor.
Besicos muchos.
Mezclas a Dios y al Diablo en tu micro con un desparpajo que asombra. Estoy gratamente sorprendida ¡¡Llámame!!!. Proserpina.
Está muy bien el relato, porque por una vez se aparta de la contemporaneidad y se centra en el mito (algo poco frecuente entre los demás narradores, creo)
Me ha gustado mucho tu micro. Sospecho que estarás entre los elegidos. No obstante no logro identificar al caminante, un ángel por las alas, y su huida a Egipto. Intuyo que quieres hacer referencia al diablo o alrededores.
En algunas representaciones del Románico, Herodes es aconsejado por el diablo que le susurra al oído la matanza de los inocentes. Éste ante el fracaso de aquél decide intervenir y poner rumbo a Egipto, donde han huido José y la Virgen con el niño, haciendo un alto en el camino se echa un sueñecito, con pesadilla incluida, en el mismísimo portal de Belén. Quiero agradecer todos los comentarios recibidos en éste y anteriores relatos, y desear a toda la comunidad mucha suerte y ganas para afrontar el duro año que nos espera a la vuelta de la esquina.
Salud, Dylan Martínez.
Poético, intenso, abierto a varias lecturas.
Suerte.