DIC45. EN EL FUTURO, de Amparo Perez Gutierrez
Aquella Navidad, de niño, calculé que en el 2045 yo tendría cuarenta y siete años. Me veía en el futuro, tan feliz como lo era entonces. Recuerdo a mi madre y mis hermanos adornando el árbol, un pino recién traído del monte por mi padre. Algunos regalos se repartían entonces y otros el día de año nuevo. A mí me tocó la maqueta para armar de un transatlántico, porque siempre decía que de mayor quería ser capitán. Ahora se aproxima el 2045. Ya no hay navidad, muerta como todos mis familiares junto con millones de seres en la gran guerra. Y tampoco nacen más niños.
Solo quería aclarar que tomé en serio el tema «Aquella Navidad», restringiéndome a la navidad, y sin extenderme al año nuevo ni al día de Reyes. Tal vez podía entenderse en sentido más amplio. De hecho, escribí otro microrrelato y lo descarté por suceder en fin de año. Un beso.
Duro final, pero que da pie a la reflexión. Muy bueno! Besos, Zoe.
Menudo disgusto nos has dado, tocaya. Pero adelantarse a los acontecimientos puede ayudar a prevenir tanta desgracia. Una comparativa impactante. Un mundo abocado a la extinción (ya no nacen niños): la falta de futuro en una frase.
Buen micro de «Aquella Navidad».
Un abrazo.
Amparo Martínez Alonso
Amparo, primero Lola ahora tú. Tú no sabes que el santo varón Sotirios va a vivir más de 300 años. En esta época solo voy a tener 90, vamos un niño. Por favor no me pones bajo tierra tan jovencito. Un relato futurista que nos enseña que tenemos que cambiar si no el santo varón Sotirios se quedara con las ganas de demostrar que una persona puede vivir más de 300 años. Felices fiestas y Dios te bendiga siempre amiga, Sotirios.
La frase final cae como una losa. Muy bueno, sí señor.
Gracias, queridos lectores. Efectivamente, es un relato duro y sin sentimentalismos. Sotirios, que los vivas y los cumplas.
Un beso a todos
Bienvenido este relato futurista que da un mazazo a nuestros recuerdos infantiles. Alerta de un futuro posible pues los hombres no aprenden, es decir, no leen y se dejan llevar por los políticos y los poderosos. En fin, es tal el desanimo del relato que deja mal cuerpo. Es curioso como aparecen y se insinúan palabras violentas (talar, armar, capitán, muerte) antes de llegar a la gran guerra. Quizás, dado el resultado, es mejor que no nazcan los niños (es broma). Venga, te tengas suerte.
Duro y sin concesiones ¿futurista? esperemos que seamos capaces de rectificar y que este micro sea solo ficción.
Suerte
Besitos