Escúchame atento mi pequeño terrón de azúcar -decía un tierno abuelo a su joven nieto de 2 años- disfruta intensamente la navidad, disfrútala ahora mientras puedas, por que pronto se convertirá en una rutina.
Los niños tienen la capacidad de maravillarse por todo. ¿Es la repetición de los eventos lo que hace que se vuelvan rutina o es la pérdida de esa capacidad? Hermoso relato. Un abrazo.
Es la repetición supongo que hasta le aburrimiento, la capacidad de maravillarse es un don que pocos mantienen frente a las diferentes rutinas. Gracias Miquita 🙂
Remo, lo de terrón de azúcar me despista en cuanto a la época, el país, la clase social… No sé. Igual me puedes aclarar en qué época un abuelo llama así a su nieto joven de 2 años y lo visualizo mejor. Un abrazo.
Precisamente si para el abuelo era una rutina la navidad, ahora tiene la ocasión de revivirla con los ojos de su nieto de 2 años, que por suerte, no comprenderá el comentario. Saludos
Voy un poco más del sentido literal del texto. El título es moraleja por el echo de que quiero que sea lo que destaque del relato. Muchas gracias Asun, un saludo.
Repito que el titulo del relato es Moraleja por que es lo que quiero resaltar. Aunque también tienes razón en lo de que es una especie de monologo, dado que obviamente la criatura no va a entender al anciano. Muchas gracias por el interés.
Totalmente de acuerdo con Asun. Son los niños los que te sumergen en la navidad cuando ya creíamos perdido su espíritu para siempre. Muy bueno. Un abrazo.
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Precioso. Saludos.
Gracias Ana 🙂
Con blogs como este podemos disfrutar de varias navidades diferentes al día y escapar de esa rutina. Buen consejo.
Los niños tienen la capacidad de maravillarse por todo. ¿Es la repetición de los eventos lo que hace que se vuelvan rutina o es la pérdida de esa capacidad? Hermoso relato. Un abrazo.
Es la repetición supongo que hasta le aburrimiento, la capacidad de maravillarse es un don que pocos mantienen frente a las diferentes rutinas. Gracias Miquita 🙂
Buen consejo de quien, por complicidad, hace de la navidad esa misma rutina. Estupendo relato, enhorabuena.
JM
Muchas gracias Juan Manuel.
Podemos los que lo conocemos. jajaja Gracias Lorenzo
Yo creo que lo que intenta transmitir va más allá del sentido literal… Experiencia frente a inexperiencia. Viejo experiencia… Niño inexeriencia
Remo, lo de terrón de azúcar me despista en cuanto a la época, el país, la clase social… No sé. Igual me puedes aclarar en qué época un abuelo llama así a su nieto joven de 2 años y lo visualizo mejor.
Un abrazo.
En la actual Susana jajaja, escucho con frecuencia esa expresion y me gusta. Gracias.
Precisamente si para el abuelo era una rutina la navidad, ahora tiene la ocasión de revivirla con los ojos de su nieto de 2 años, que por suerte, no comprenderá el comentario.
Saludos
Voy un poco más del sentido literal del texto. El título es moraleja por el echo de que quiero que sea lo que destaque del relato. Muchas gracias Asun, un saludo.
Qué razón tiene este abuelo que trata desde sus vivencias, trasmitir al nieto, lo que al final a todos nos termina pasando…
Un saludo, me gustó.
Rosy
Muchas gracias Rosy, ya sabes: sabe más el diablo por viejo que por diablo. jajaja
Repito que el titulo del relato es Moraleja por que es lo que quiero resaltar. Aunque también tienes razón en lo de que es una especie de monologo, dado que obviamente la criatura no va a entender al anciano. Muchas gracias por el interés.
P.d: Perico lo ha pillado. Gracias Perico.
Totalmente de acuerdo con Asun. Son los niños los que te sumergen en la navidad cuando ya creíamos perdido su espíritu para siempre.
Muy bueno.
Un abrazo.
Un gran consejo de un abuelo sabio. Un saludo
Rosa
Suerte!!