DIC50. SU FIEL AMIGO, de ANTONIO NIETO DIAZ
Era un día frío de Noviembre. Había perdido al ser más querido que, a su vez, más muestras de afecto le había mostrado en su miserable vida. Llevaba años sin que le importara demasiado desaparecer del universo en que habitaba, que tildaba de cruel e injusto; tan solo aquel ser le había mantenido atrapado y vivo en un mundo extraño.
Deambuló por estrechas callejuelas, amplias avenidas y parques solitarios, pero día tras día su corazón se encogía por el vacío. La soledad combinada con un diciembre virulento de frío y nieve determinaron que, en el soportar del banco donde pernoctaba cada noche, se dejaría ir en una muerte dulce de bajas temperaturas. Cerró los ojos mientras sentía el hielo penetrar en sus extremidades y su mente se adormecía. De repente, sintió un calor pegajoso en su cara; la gruesa lengua de su perro, al que creyó haber perdido, no paraba de acariciarle invitándole a quedarse un poco más: había aparecido por Navidad.
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es muy triste saber que esto pasa y mucho. Personas a las que no les importa desaparecer y no les queda más alternativa que sobrevivir. Para ellos muchas veces los perros son lós únicos seres que les dan sentido a sus vidas. Felices fiestas, besos.
ANTONIO, muy real, tristemente, bien contado. Suerte y saludos. felices fiestas
A mí las historias de perritos me encantan, sobre todo si acaban bien, y están tan bien narradas.
Tu cuento me ha recordado aquello de… «si no conoces el amor de un perro, tienes un cachito de tu corazón dormido».
Un saludo.
Rosy
Antonio, triste pero esperanzador relato. Muy bueno. Abrazos.
Triste, pero conmovedor…sobre todo ese final donde su fiel amigo le da todo su cariño.
Un saludo
Suerte!!
Rosa
Qué bonito Antonio!.
Sin duda los perrillos son los más incondicionales de los amigos.
Lo sabemos de sobra quienes hemos tenido la suerte de disfrutar de ellos.
Precioso.
Feliz Navidad.
Un abrazo.
Sólo los perros, aman así