DIC52. EL INDULTO, de Raquel Lozano Calleja
Esta tarde dejaremos en libertad a Mariano. Hoy es el día que papá tiene previsto matarlo, le oí anoche cómo se lo contaba a mamá. Sabes que es implacable y lo hará sin piedad si no conseguimos evitarlo.
Mi hermana se aprieta las coletas nerviosa. Sus pequeños ojos azabaches me sonríen en un cómplice centelleo.
– ¿Cuál es el plan?
– Tú sólo vigila que nadie se acerque.
Mariano estaba tranquilo, no era consciente de que su vida pendía de un hilo. Abrí la puerta y tuve incluso que empujarle.
Aquella noche mi abuelo se negó a cenar.
– Si no hay pavo, no hay Navidad, dice con esa voz trémula que le caracteriza.
Se veía venir desde el principio, peor aún aí es hermoso.
Muy buena narración , con el ritmo y las palabras necesarios, y los diálogos que se mezclan con acierto y que cierran con
esa sentencia, poco trémula, pese a la voz.
Suerte.
Qué bueno. Bien por los libertadores del pavo. Me gustan esos pequeños detalles tan expresivos como el apretar las coletas de la hermana. Son los detalles los que definen una situación.
Jeje, cuánto sufrían los niños en aquella época, en el pueblo, cuando el pollo, conejo o pavo que habían criado y usado de mascota desaparecía un día en la cazuela. Tu relato es simpático. La falta de un guión de diálogo en la primera frase me ha despistado bastante.
Bonito relato, Raquel, muy simpático. Felices Fiestas.