DIC57. EL ÚLTIMO REGALO DE SANTA, de Leticia Oliva
Existen muchas tradiciones de final de año, algunas más extrañas que otras, sin embargo , siempre que la vorágine de las fiestas me consumen me voy un minuto a mi cuarto y saco esa cajita plástica que contiene mi mayor tesoro. Mientras acaricio el pony, no puedo evitar recordar ese día, la emoción de ver bajo el arbolito mi obsequio soñado, recuerdo que lo tome y aun en pijama corrí hacia la puerta, mi mamá con una sonrisa en sus labios me detuvo preguntándome a donde iba tan a prisa
-voy a buscar a Paola- respondí, nos habíamos prometido que la que se despertará primero iría a buscar a la otra.
Mi madre me abrazo fuerte e intento inútilmente desviar mi atención, y aunque por todos los medios evitaron el encuentro, nos juntamos cerca del almuerzo, ahí ella miró mi pony y confesó que no le habían dado regalo, recuerdo su mirada suspirando y diciendo que quizás había hecho cosas malas sin notarlo. Pero mi mente trabajaba más rápido, su papá había perdido el trabajo, su mamá había tenido otro bebe, y estaba segura de que no era mala. En un abrazo la magia desapareció.
Es un relato triste. El abrazo final en el que parece desaparecer la magia, creo que es muy mágico.
Un abrazo, Leticia.
Muchas gracias por leerlo y mas por comentar, un besote.
Muchas gracias por leerlo y comentarlo, un besote. Ana. y nuevamente gracias.
Una pena que una niña sintiera la tristeza de una ausencia de regalo, con la crisis tremenda que vivimos, me hace pensar en muchos niños que puedan encontrarse igual. Al menos los abrazos de cariño que no falten.
Mil gracias por leer y comentar 😀 esta en nosotros que los niños sufran estas decepciones.
Feliz Navidad.
No era justo. La crisis económica en la familia de Paola no era razón para que Santa la obviara, no podía tratarse de un error, Santa nunca se equivoca, a menos… que la historia pascual fuera mentira. La dulce niña del pony fue atando cabos, hasta quedar convencida de la dura realidad. Solo atinó a darle un abrazo a su amiga, como queriendo protegerla del dolor que ella sentía, como queriendo no ser succionada por ese agujero que deja la verdad cuando mata una ilusión. Un abrazo, como despidiéndose de esa fantasía navideña, de la cual su pony quedaría como un último recuerdo.
Muy bella historia. Tierna, inocente, dulce, triste y verdadera, todo en perfecta medida.
¡Saludos!
Muchas gracias por tu comentario, es un gran regalo de navidad para mí, un besote.
Narración tierna y triste. Venga, que tengas suerte.
Muchas gracias por tu comentario 🙂 y por tus buenos deseos un besote.
Un buen relato sobre compasión y amistad, en unos momentos difíciles de la existencia de dos niñas. Me ha gustado, Leticia. Felices Fiestas.
Muchas gracias por tu comentario, y sí a veces las cosas no son como las muestra la tele, mas en tiempos dificiles…
Un besote y felices Fiestas!!!!!!!