75. DIEZ
Los puñales del invierno que se aproxima me golpean feroces en las manos y los pies. La cadera me hace apretar los dientes y saltar las lágrimas. Me la he roto descendiendo la montaña.
Trato de utilizar mi móvil pero un estallido de dolor me hace perder el conocimiento. Cuando despierto el móvil no está en mi mano. Ha huido ladera abajo.
Grito y mi voz se desplaza saltando entre las montañas solitarias.
Grito y mi voz regresa junto a mí ronca y derrotada.
Ahora solo espero a que el frío me lleve. Que me congele los huesos. Los sanos y los rotos. Que me hiele la sangre. Que me suspire la vida en un último aliento. Las horas y la agonía se confunden, se dan la mano.
Oigo el batir de alas, seguramente ángeles y demonios combaten por mi alma en medio del aire gélido que ahora parece desplazarse furioso en todas direcciones. Arrecia violenta la ventisca, se confunde con los gritos de pelea, vocerío que viene y va. Tres veces siento que se embisten en la lucha, luego, uno de ellos se aproxima hasta donde me encuentro y me pregunta:
—¿De uno a diez cómo valorarías el dolor?
No debe de haber un instante más único que el de estar en las últimas. Si además se pelean por uno ángeles y demonios, y uno de ellos hace una pregunta inesperada, todo se vuelve aún más irrepetible. Una cuestión que tiene la respuesta en el título.
Un saludo, suerte y feliz año, Marco
Uf! Qué angustioso! Lo he leído a la carrera para conocer el desenlace. Me he sentido aliviada sabiendo que lo van a salvar.
Me he alegrado como si fuera alguien muy conocido. Has conseguido crear una atmósfera “muy conseguida”.
Ciertamente angustiante, ¡he sentido hasta el frío! Duele mucho, pero parece que sobrevivirá.
Un abrazo y feliz 2025.
Lo cierto es que sobrevivió, aunque con la cadera rota. Un helicóptero lo rescató el 1 de noviembre de 2023 en los Picos de Europa.Un abrazo, feliz año a todos.