71. DIFERENCIAS (Nani Canovaca)
Mi intención era releer un libro que me dejó una enorme huella siendo joven y en un momento difícil en mi vida. Recuerdo que me gustó mucho y cuando lo he vuelto a retomar, me ha recorrido un escalofrío por la espalda que el libro ha ido a dar con todas sus hojas y letras contra el suelo y con la estampida, ha salido de dentro lo que creo era el motivo de mi malestar. Varias fotos de la bisabuela Mercedes y mis tíos varones. Una de las caras está recortada y solo se muestra su cuerpo enfundado en un traje que se supone distinto. No se distingue bien, ya que todas son sepia y están con manchas de humedad. Había olvidado que el tío Paolo se fue a hacer las américas y desde entonces, su madre y bisabuela mía, dijo que había dejado de tener aquel varón. No puedo entender porque a veces los padres somos tan duros con nosotros mismos y sobre todo con los hijos. ¿Valía más tenerles bajo el yugo y guardar las apariencias, aunque con ello dejaran de vivir toda la familia y allegados? Pero me pregunto, ¿Qué son las apariencias? ¿Y la vida?
Es difícil juzgar actitudes de otras personas cuando ha transcurrido el tiempo. Ver con los ojos de hoy detalles y circunstancias pasadas no siempre es objetivo ni justo. Las fotografías, ajenas a los condicionantes de las personas que aparecen en ellas, sujetas a su tiempo, pueden reflejar situaciones que no acabamos de comprender años después en un entorno distinto, de ahí las preguntas finales del narrador o narradora. Tal vez ese pariente que emigró lo hizo con gran sacrificio personal, o no y hubiera merecido otro trato en su momento. Esas «diferencias» de apreciación que destacan en el título no parecen solo un personaje más de este relato, sino, tal vez, sus protagonistas.
Un abrazo y suerte, Nani.
Cuanta gente salió del entorno familiar por no tener una conducta digamos socialmente aceptada.
Un abrazo Nani.
Hola, Nani, aunque muy tarde, comento tu relato. Me parece un tema muy interesante para la reflexión el que planteas. Aceptar al diferente tal como es, debería ser algo fuera de toda duda, porque atañe al respeto y a la libertad de las personas. Pero a veces, la presión de los convencionalismos, basados en una educación dictatorial y errónea, es tal, que es difícil sustraerse a ella, como le ocurre a esta bisabuela con su hijo. Me ha gustado, Nani. Un beso.