09. Digno deseo
El peón blanco abre y, mientras avanza dos escaques centrales, no le quita ojo al caballo negro. No solo desea tener su capacidad para saltar, sino también su pelaje negro como el azabache.
Un pelaje que al caballo le estorba -concretamente el tupé- porque le impide ver con nitidez al alfil blanco. Del que admira su libertad para moverse de una esquina a otra, y además le pirra su color níveo.
Al alfil, en cambio, no le importa esta cualidad y tiene la mirada puesta en la torre negra. Adora su fortaleza para enrocar y se muere por tener una corpulencia tan robusta como la suya.
Por el contrario, la torre no se siente cómoda con su imagen y examina de arriba abajo a la dama blanca. Nada le gustaría más que ser como ella, una dama delicada y valiente, capaz de debutar con su propio sacrificio como de finalizar con un jaque. Pero un jaque perpetuo, no mate, para eternizar así la amenaza al rey negro.
Un rey con quien tuvo un devaneo y el mismo que, ahora, no puede pensar en otra cosa que no sea la envidiable apertura que acaba de hacer el peón blanco.
Magnífico. Por cierto, qué envidia de esos dedos que movieron el peón.
Ja ja ja, es cierto, qué envidia, no lo había pensado!
Muchas gracias por tu comentario, Pablo
¡Guau, Aurora!
Gran relato, un jaque a la originalidad. Todo un tablero en estado de celo. Y eso de que la dama blanca se cepille al rey negro ya es para matrícula. Muy original. Mucha suerte, aunque no creo que la necesites.
¡Saludos!
Javier,
Un tablero en celo, ja ja ja, igual le cambio el título!
Mil gracias como siempre por tu comentario
Abrazos
Genial Aurora, original y con una narratividad que hace que sea una delicia su lectura.
Felicidades.
Un fuerte abrazo
Javi,
Muchas gracias por tu comentario, siempre me alegra recibirlo.
Abrazos
A los que nos gusta el ajedrez, seguro también que a los que no tanto, este relato es una delicia, con unas piezas convertidas en personajes, más ocupadas de despreciar lo que son, al tiempo que anhelan lo del otro, que de concentrarse en la batalla o duelo (otra cosa no es una partida) en el que se hallan inmersas.
El sentido circular de la trama se cierra con un broche de oro, en el que todo un rey siente envidia de un simple peón.
Un abrazo y suerte, Aurora
Ángel,
Mil gracias por tu siempre acertado comentario, le das vida a todos los textos, es admirable en serio. Me gusta mucho.
Abrazos
Muy chulo, un punto de vista muy original para el tema. Suerte, aunque no creo que la necesite…
Elisa,
Muchísimas gracias por tu comentario.
Yo lo tenía como un punto de vista un poco loco pero me gusta más lo que has comentado tú de original, me quedaré con eso ja ja ja
Gracias
Me encanta, muy original y diferente, y un placer leerlo. Mucha suerte!!
Esther,
Qué grata sorpresa, mil gracias por leer el texto y también por tu comentario, genial!
Calila e Dimna, una auténtica joya, gracias por recordármelo ( has hecho muy bien, ja ja ja) hay algunas fábulas que no he leído todavía y otras que volveré a leer seguro.
Y, Juan, muchísimas gracias por tu comentario, siempre tan reconfortante!
Qué bueno. Es de los micros que dejan un gusto zumbón.
María,
Muchísimas gracias por leerlo y ese comentario tuyo que me ha encantado!
Querida Aurora: una cadena de celos y de envidias ajedrecísticas se esconde tras el «digno deseo» de las piezas. Qué bien descripto el movimiento y sentir de cada una… Me has devuelto el juego de estrategias y castillos que tanto me fascinó en la infancia.
Magnífico micro, me encantó.
Cariños,
Mariángeles
Mariángeles,
Me alegra un montón recibir tu comentario y qué recuerdos tan bonitos esos juegos de estrategias y castillos que cuentas. Muchísimas gracias por leer el texto!
Abrazos
Qué buena metáfora para ilustrar esa característica tan humana de desear lo que creemos tienen los otros y a nosotros nos falta. Y a demás por medio del juego de los juegos, que debería ser una práctica habitual en los colegios. Felicidades.
Paloma,
Muy bien puntualizado lo de «creemos» tienen los otros, es cierto ese matiz.
Muchísimas gracias por tu comentario y decirte que la ilustración es muy sugerente y bonita, me gusta mucho.
Qué chulada, Aurora. No me extraña que tengas tantos comentarios. Es genial e imaginativo y es una forma muy original de expresar la realidad de esta sociedad em que vivimos. Una metáfora genialmente aderezada con figuras de ajedrez. Nadie está completamente satisfecha, ni con su cuerpo y a veces ni siquiera con su Alma…y qué decir de nuestro cabello o del grosor de nuestros muslos… la lista es interminable, pero tú has hecho un micro genial y se entiende todo a la perfección.
Un abrazo Aurora, y mucha felicidad.
Mercedes,
Es verdad eso que dices, nadie está completamente satisfecho.
Muchísimas gracias por leer el texto. Ya sabes que siempre me alegran y me animan tus comentarios, son estupendos.
Abrazos
¡Vaya re-la-ta-zo, querida Aurora! Cada palabra en él es acertada.
La vida misma en un tablero. Geniaaal.
¡Mucha suerte con él!
Besossss
Nuria,
Qué bonito eso de la vida misma en un tablero, me encanta!
Muchas por tu comentario
Un abrazo muy fuerte
Genial. Me ha encantado. Enhorabuena, y suerte.
Álvaro,
Qué bien recibir tu comentario, muchísimas gracias!
Aurora:
¡Es genial el texto! Muy original. Con qué elegancia describes el deseo de cada uno por ser como es el otro. Y el título, perfecto. No en vano tienes tantos buenos comentarios.
¡Un texto de antología!
¡Felicitaciones Auro! Abrazo fuerte
Graciela,
Qué ilusión recibir tu comentario, mil gracias por tus observaciones.
Tengo muchísimas ganas de leer un texto tuyo, espero que sea pronto!
Abrazos
Buenísimo Aurora, es la vida misma.
Muchísimas gracias,Lucas
Tú lo has dicho, la vida misma!
Saludos