71. DISNEYLANDIA, O LA OBSESIÓN DE UNA MARIPOSA
Mientras hurga con desesperanza sobre un halo invisible e incapaz de franquear, la mariposa, acaricia con sus antenas la luna del escaparate. Turbada por el viento gélido del norte, llegado de repente, que resta coordinación a su aleteo estéril, logra que en sus ojos se proyecte la imagen del lugar mágico para poder sobrevivir.
En el interior, futuros viajeros hacen gala de la misma atracción irrefrenable, exigiéndoles a las vendedoras rutas a través de paraísos que no existan en la vida real, cruceros que surquen océanos donde habitan sirenas y narvales, u hoteles de todo incluido en los que consumir la frustración cotidiana durante el bufet pantagruélico.
Dos lágrimas de néctar resbalan adheridas al cristal, depositadas in extremis sobre el reflejo de una fotografía que promociona valles oníricos preñados de flores. Allí mismo, un niño arremete con su llanto de pataleta, en protesta porque resulta demasiado caro viajar a Disneylandia, y sofoca los estertores mudos de la mariposa que agoniza al pie del escaparate.
Cautivador y terrible. El desencanto y la frustración envueltos en una prosa que atrapa. Un cuento de altos vuelos… aunque no sean de mariposa.
Enhorabuena!!!
Abrzss!!
Qué imágenes más nítidas y elegante las que nos dejas, Ton; y, eso, a pesar (o no) de estar cubiertas de una hermosa aureola onírica y poética (si es que no es lo mismo, en este caso). Me gusta mucho. Y esa palabra, narval, que ni sabía que existía, no digamos. Enhorabuena y suerte. saludos.
Hola, Ton.
Me gusta, sobremanera, la manera poética (poesía en prosa, nunca prosaica)que te gastas para perforar el lenguaje, como con su punta el agua el narval, y sacarle su sustancia más brillante y lustrosa. El contrate o la interacción entre el niño y la mariposa es, a mi entender, sublime. Un texto redondo, en definitiva, a mi parecer. Mi más muy enhorabuena y feliz verano.
Vaya, al final va a resultar que nadie es feliz y que cualquier atisbo de la misma es un espejismo. No siquiera el néctar es dulce en tu relato,más bien debe ser salado porque parece llanto.
Lo explicas muy bien y tu micro está lleno de metáforas preciosas pero esta noche quería ser feliz y…
Felicidades Ton. Mañana será otro día.
Preciosa crítica de la eterna insatisfacción del ser humano, incapaz de valorar lo que tiene delante de sus narices, aún a pesar de tener tan cerquita a esas mariposas migratorias que tan solo quieren libar un halo de supervivencia. Enormemente trabajado, desde el fondo hasta la forma. ¡Enhorabuena Ton!
Ton, el acertado paralelismo que concedes a tus personajes, y esas imagenes tan logradas dan a tu historia una belleza increible. Suerte y saludos