31. DOS (Virtudes Torres)
Dos despachos.
Dos sillones.
Dos grandes.
Dos poderosos.
Dos neuronas: LOCAS.
Dos botones: ROJOS.
Más de diez mil kilómetros los separan
Los dos piensan que están jugando. Uno se burla diciendo que su botón es para pedir una coca-cola, el otro se hincha al decir que el suyo es nuclear.
Millones de personas esperan que se atrofien sus neuronas si alguna vez los intentan pulsar.
Me gustó tu ŕelato.una buena idea,tu «dos».
Sonrisas mil.
Espero que sus neuronas se atrofien.
Sonrisas mil
Manuela
Gracias Manuela por pasarte. Me alegro de que te guste.
Un abrazo.
El problema de ese juego entre dos es que en medio de ambos estamos todos. Un accidente o una decisión insensata podrían tener consecuencias espantosas, tan serias y graves que solo acertamos a imaginar de forma muy vaga. Novelas y películas han hablado de hipotéticos escenarios. posnucleares. Para no llegar nunca a ello solo nos queda rogar que uno y otro tengan la sensatez suficiente, aunque visto lo visto nos pongan difícil que tengamos confianza en ellos, que nos cueste pensar que no tienen ya las neuronas atrofiadas.
Dos personas pueden tener en vilo a millones, por eso tu título conciso es de lo más apropiado, no hace falta más. Las primeras líneas son pinceladas en estéreo que definen bien el poder sobre la vida, la muerte y la historia de los dos personajes.
Un abrazo, Mercedes. Suerte
Pienso que es pedir peras al olmo.
Esperemos que pase el tiempo y, como a los niños, se les vaya la gana de seguir con el «jueguecito»
Un abrazo y muchas gracias por tu visita.
Escueto y preciso relató que nos recuerda que el futuro de la humanidad puede estar en las manos de DOS seres irresponsables. Me uno a todos los que esperan que sus neuronas se atrofien antes de que nos la jueguen. Mucha suerte y un abrazo.
Las neuronas y los dedos. ¡En manos de qué personajes está el mundo!
Un abrazo y muchas gracias por pasarte por aquí.
Virtudes, buen relato donde realmente nos hace pensar que muchas veces dependemos de gente con poder y sin neuronas. Hay mucho botón rojo que espero no sea pulsado.
Un abrazo