63. DULCE SINTONÍA
“Seguidamente, el Adagio de Albinoni, interpretado por…”
– ¡Ernestito, quita eso! Ya sabes lo que le pasó al yayo.
Los ojos de la abuela se cierran ante el nostálgico encanto de la música, ensuciado de golpe por el rugido de la batidora. Con inusitada habilidad, Ernestito sube el volumen y sintoniza las noticias:
“Las autoridades advierten que el entramado eléctrico se está viendo afectado por emisiones de baja frecuencia…”
Ante el chillido de mamá, el nene decide llevarse su juguete al salón. Allí papá está viendo Jurassic Park, pero él opta por la radionovela:
“Ese viejo no romperá nuestro amor, Diana María, ojalá fuera devorado por un monstruo…”
El despiadado T-Rex se dispone a salir de la pantalla. Ernesto sabe que no hay que asustarse de las televisiones 3-d, pero prefiere no ver sufrir a su padre, así que regresa a la habitación.
Tumbado sobre su colcha de Mickey, posa la radio sobre su pecho y acaricia lentamente la rueda del dial. Es una sensación placentera, casi adictiva, percibir como las ondas hertzianas van sincronizándose con sus propios latidos. Y sonríe. Al lado yace el cadáver de su hermana.
La casa ha quedado en silencio.
Ellos no comprendían nada.
Madre mía con el tal Ernestito. Menudo peligro, el rapaz. O escuchas a Albinoni, o se te lleva por delante.
Mucha suerte Alberto, con este sicópata.
Ton.
Pero bueno qué le había hecho su hermana joder con el uno. Suerte
Curioso este muchacho, y no por lo de la hermana, que igual lo merecia, sino por preferir la radio a todos los artilugios modernos que envenenan más.
Abrazos
Alberto, la historia que nos dejas sugiere mil dudas y nos lleva a resolverla, bien contada. Suerte y saludos
Alberto… tu historia es inquietante y desconcertante, tanto, que no la acabo de entender… es el niño el que va matando a la gente a golpe de cambio de dial? O es el contenido de la emisora el que tiene tal poder?
Ya lo siento, pero no lo capto…
Muchas gracias a todos. Un saludo
Un relato con un giro final que cambia todo lo que habías ido preconcibiendo. Inquietante personaje y su compulsiva manía de atesorar el transistor. Mucha suerte 🙂