20. EJEMPLO
Él se cruzó en mi camino y desde entonces me he dejado llevar por el suyo en el que me pliego a su doctrina tratando de amansar a los mortales que como yo caen en la tentación de lo prohibido produciéndome confusión que desaparece cuando perdono sus pecados y vergüenzas con tan solo decirles que sigan también su senda poniéndome como ejemplo.
Una historia circular, cuya estructura en bucle se agudiza por la ausencia de pausas en forma de comas o puntos. Si no me equivoco (que es posible), un sacerdote, consagrado a la doctrina divina, pero al fin humano, imperfecto y mortal, se ve tentado y peca como cualquiera, pero está facultado por su condición y oficio a perdonar esos mismos pecados en sus semejantes, al tiempo que se pone como ejemplo, con la paradoja que ello supone.
No es el primer relato tuyo que leo, recientemente, breve y con una mezcla de contenido espiritual y humano, fruto de reflexiones que parece que no queremos hacer, pero que serían necesarias en esta sociedad de consumo rápido y poca trascendencia.
Un abrazo, suerte y que todo te vaya muy bien, Antonio.
Sí, Ángel, como siempre has dado en el clavo, en la diana. Es un honor leer siempre tus sabios comentarios. Tanto hace falta reflexionar y pasar a la acción que no acabaríamos nunca.
Por otro lado, siempre que puedo, que sé que no es mucho, aquí estoy acompañando a esta estupenda familia de entecianos. Cuídense, cuidaros, y a seguir, que no es poco. Un abrazo desde la distancia, en este caso desde Amán. Antonio
Sorprendente texto en un solo golpe, una sola oración. Una confesión de un pecador con sotana que va perdonando pecadores y pone su vida como ejemplo. Unos verbos muy bien escogidos y una construcción divina. Me ha encantado. Abrazos y suerte.
Muchas gracias Rafael por tu acertado comentario sobre la lectura del micro. No se salva ni el apuntador, y esos protegidos pecadores menos. Un cordial abrazo, y de nuevo gracias. Antonio