65. El (a)lijo
Mi padre es un superhéroe, pero sólo lo sé yo. Usa uniforme como ellos y su trabajo es limpiar las calles de la ciudad de delincuentes, de ladrones y de espías; pero él dice que recoge la basura, para disimular, claro. Tiene un supercoche de color azul y amarillo, con un escudo amarillo y azul que pone “B.S.” (“Brigada de Superhéroes”, pero él, para despistar, dice que es “Brigada de Servicios”). A veces enciende la sirena, pero sólo para hacer maniobras peligrosas, como circular marcha atrás. ¿No me creeis? Pues hoy le ha contado a mi madre que han encontrado un “lijo” de drogas y municiones en un descampado.
—¿Qué es es un “lijo”?—le he preguntado.
— “Alijo”, hijo: son cosas prohibidas con las que juegan las personas malas. Suelen esconderlas, pero siempre las encontramos —me ha explicado.
Después me ha dicho que mañana iba a “limpiar” mi habitación… es un superhéroe y lo descubrirá…Pero lo que él no sabe es que yo también tengo superpoderes (yo también tengo un uniforme con una “S”: mi pijama de Superman) y no encontrará el compartimento secreto de debajo de mi cama con el “lijo” de golosinas y petardos; estoy salvado.
Hola, Marta.
Nos presentas un texto con un título espléndido y anunciador pero sin develar. Y como núcleo unas curiosas relaciones entre un padre humilde, que no presume de superhéroe, aunque lo sea, que es humilde, vaya, y disimula y un hijo al que no se la da y un «lijo» como vertebrador, que hace que el niño trate de emular al padre y de poner en tela de juicio esos súper poderes paternos que da por buenos, confrontándolos con los suyos. Todo huele a empate técnico en ultra poderío. ¿O no?. Una muy buena y simpática propuesta. Un beso fuerte.
Jajaja. Me gusta el tono de tu relato, Marta. La voz infantil la bordas 🙂 El razonamiento, la naturalidad e inocencia del pensamiento y «creencias» infantiles representan una riqueza temática que sabes aprovechar muy bien, y esta historia es un claro ejemplo de ello. Desde el título captas la atención del lector, que encaminas hacia ese final redondo.
Un abrazooo grande y mucha suerte, Martaaa!!
Marta, cuentas muy bien las sensaciones que produce un padre con uniforme. Lo has ambientado fenomenalmente. Suerte y saludos
Qué tierno lo que nos cuentas y como lo haces. Y no sé, pero algunos padres, aunque no sean superhéroes, tienen algunos de sus sentidos muy desarrollados; así que yo, siendo el chaval, me comería las golosinas y haría explotar los petardos sin tardanza. No vaya a ser… Me ha gustado, marta. Saludos y suerte.