Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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25. El aviso de los perros.

Entre los objetos aportados para la exposición apareció un diario hasta la hora desconocido, que narraba algo de lo que no se había tenido conocimiento hasta ese mismo momento:

23:25  de la noche del 14 de abril de 1912.

Mientras se celebra la cena en el restaurante “a la carte”, los perros que desfilarán mañana en la cubierta F, están algo alterados. No sabemos el motivo, pero el nerviosismo de los caninos va en aumento.

Todo está relativamente tranquilo en el barco, el mar está en calma, aunque el frío es helador. Todos los pasajeros disfrutan de una cena presidida por el capitán.

23:35 de la noche.

Dos compañeros han dado la voz de alarma, al parecer han avistado un Iceberg que se dirige hacia nosotros.

Los caninos cada vez están más nerviosos, sus ladridos son insoportables. Mi compañero de guardia me dice que están oliendo la muerte cerca. No sé qué pensar, el nerviosismo de los perros se ha trasladado a la tripulación y de ahí al pasaje.

23:40 de la noche.

Acabamos de chocar con el iceberg, me requieren en la zona de botes salvavidas…

Del tripulante nada más se supo, pero de los perros se conoció que tres de ellos pudieron sobrevivir.

10 Responses

  1. Martín Zurita

    Hola, Nicolás.
    Me gusta, técnicamente, esa voz, la del narrador (como las voces en off en el cine), al principio y al final del texto, que pone de manifiesto la intuición de los canes para detectar el peligro y la prepotencia del capitán y compañía al hacer oídos sordos al reiterado aviso, cada vez más subido de tono. En fin, alguna vez aprenderemos. Y, claro, sucedió lo que tenía que ocurrir, reflejado en ese diario y que tan bien nos cuentas. Te felicito. Un abrazote.

  2. Jesús Garabato Rodríguez

    Nos muestras como los perros pudieron haber previsto la desgracia que iba a ocurrir poco tiempo más tarde. Aunque, tal vez, la tripulación no pudiera hacer gran cosa a pesar de ese aviso, al no intuir de lo que podía alertarles. Suerte, Nicolás, y un saludo.

    1. Hola Jesús

      Como he puesto más arriba en mi respuesta al anterior comentario, deberíamos fiarnos más de los animales, a lo mejor si hubieran puesto atención, podían haber reaccionado a tiempo, o quizás no… jejjeje

      Muchas gracias por pasar a leer el relato y dejar tu comentario.

      Un abrazo.

  3. Hay mucho escrito sobre eso: perros que aúllan cuando pasan ambulancias, hay quien dice que ven al aura … Al final ese instinto que seguramente nosotros perdimos por el camino cuando quisimos dejar de ser animales. Suerte !!

  4. Calamanda

    Nicolás, casi siempre se salvan los mas fuertes. Buen homenaje a esos animales y su instinto. Suerte y saludos. Feliz 2017¡¡¡

  5. María José Viz Blanco

    Leo tu relato, Nicolás, y veo que te refieres al hundimiento del Titanic. Aunque no fuese ese hecho, se trata de una catástrofe que los perros, con su extremado olfato para detectar lo por venir, adelantan, sin posibilidad alguna de que el fin se pueda cambiar. Muchas lecturas se podrían hacer de este buen relato, sin duda. Enhorabuena.
    Un abrazo.

  6. Hola, NICOLÁS. Se ha dicho y escrito mucho sobre el hundimiento del Titanic, pero hacerlo poniendo en foco la reacción de los perros le da frescura, originailidad y una nueva vuelta de tuerca a los hechos que ya se conocen. Si alguna enseñanza podemos sacar de esta historia, es ésta: hacer oídos sordos a la voz- en este caso, ladrido- de la naturaleza, lleva a una muerte casi segura (el «casi» va por los tres perritos que se salvaron).

    Cariños,
    Mariángeles

  7. Nicolás, cuando vivía en Las Palmas y viajaba con el coche en el J.J.Sister, había una dependencia aneja donde se instalaban las mascotas e iban todo el viaje inquietos, sería por el balanceo del barco. De todas maneras buen relato.
    Feliz año y un abrazo

  8. Blanca Oteiza

    Nicolás, buen relato donde nos muestra que los perros (los animales en general) tienen un sexto sentido que muchas veces las personas desoímos.
    Suerte

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