16. El beso de la Flaca
Si te soy sincero, diría que aquel fue uno de los mejores días de mi vida. Aquel domingo de principios de abril. Ya sé que tú no lo entiendes, ya lo sé. Pero porque te acuerdas solo de lo malo. Sin embargo yo he aprendido a mirar las cosas de otro modo. Y en mi memoria brilla el sol en aquel cielo cantarín. Y me viene la risa de los amigos, el murmullo de la calle, el aroma de la comida en la mesa familiar. Cada detalle se ha quedado impreso dentro de mi alma. Y sí, sé que te cuesta entenderlo pero, visto en su conjunto, también el dolor forma parte de esa belleza. Qué curioso que al final, uno termina entendiendo que eso es la vida, en estado puro. Y así… mi domingo brillará por siempre como uno broche de oro que nunca perderá su lustre. A pesar de las lágrimas y los destrozos. Y «¿Sabes cuál es la banda sonora en mi cabeza que envuelve aquella jornada? No te lo vas a creer.» Esto se lo conté a él hace poco, cuando nos encontramos por casualidad. «Eh»…- le dije- «yo iba escuchando La Flaca cuando vi venir el muro.» Y nos echamos unas risas. Qué majo el Pau.
Tememos a la muerte, la ajena nos la recuerda, más si es de un allegado. El temor viene del desconocimiento, no saber si ese será el final definitivo. Tu protagonista, desde su perspectiva privilegiada, acumula y valora sus vivencias pasadas, al tiempo que se le ve dichoso tras haber traspasado el umbral, tras el encuentro con un cantante admirado, querido y recordado, cpn el que al fin ha coincidido
Un relato lleno de positividad y optimismo.
Un saludo y suerte, Marta.
Marta, haces que de un hecho tan terrible como la muerte surga algo mágico, el encuentro con un cantante admirado y admirable, Pau Donés. Él, en un documental de su amigo Jordi Évole, y apenas conservando un hilito de voz, demostró al mundo como hay que irse de aquí: positivo, alegre, feliz por todo lo que has logrado, por la gente con la que te has cruzado en la vida.
Y tu protagonista lo ha entendido así, a pesar del dolor que ha causado su accidente entre aquellos que lo quieren.
Una realidad terrible que sabes descubrir de una forma poética, llena de serenidad, muy hermosa.
Precioso relato, Marta. Un gran abrazo. Gloria
No has elegido mal compañero para atravesar ese muro, y todo lo anterior contados es tal cual la vida de todos con sus maravillas y sus llantos. Suerte con el relato, abrazos